Las mansiones de los Khadafi saqueadas por los rebeldes

Las lujosas residencias que simbolizaron los excesos de los familiares del líder libio fueron los primeros blancos del saqueo de vándalos y rebeldes.

 Uno de los hijos de Khadafi, Al Saadi, era amante de los automóviles veloces, de los yates y del fútbol, y su villa con playa estaba atestada con sus caros juguetes. Su hermana Aisha vivía en una mansión de dos pisos, con piscina techada y sauna.

Los rebeldes, luego de expulsar a los guardias, destrozaron y saquearon las residencias, símbolos de los excesos de la familia Khadafi. Algunos vecinos deambularon el miércoles sobre los escombros mientras manifestaban ira por la riqueza y la ostentación.

"No puedo creer lo que estoy viendo", comentó Muftah Shubri, quien vive en el barrio de Nofleen, en Trípoli, mientras caminaba por un tramo con césped hacia la amplia piscina techada en la residencia de Aisha, quien cobró fama mundial cuando utilizó sus estudios como abogada para defender al ex dictador iraquí Saddam Hussein. En la alberca, todavía flotaban una pelota y una pequeña lancha de plástico.

Khadafi gobernó 42 años a Libia, en un régimen que cada vez parecía más un negocio familiar. El gobernante repartía sectores clave de intereses, desde el petróleo hasta la seguridad, entre sus seis hijos.

El lunes, un día después de que los insurgentes ingresaron a Trípoli, unas 200 personas irrumpieron en la casa de Al-Saadi en el Mediterráneo, aseguró Seifallah Gneidi, un rebelde de 23 años que participó en el saqueo.

El testigo contó que Al-Saadi tenía cuatro automóviles -un BMW, un Audi, un Lamborghini blanco y un Toyota- y que los cuatro desaparecieron durante el saqueo.


La cara deportiva de la familia

Saadi, de 36 años, tuvo un breve paso por la primera división del fútbol italiano. En 2003 jugó en el Perugia tan sólo un partido, porque dio positivo en un control antidoping. En 2005, jugó 10 minutos para Udinese. En la temporada 2006-2007, fue parte del plantel de la Sampdoria, pero no jugó ningún partido.

Además, integró el directorio del club Juventus, porque, a través de un fondo soberano, Libia controla el 7% de las acciones del club.

Presidió la Federación del Fútbol Libanés. Fue capitán del equipo nacional. Ya retirado del fútbol, se dedicó a hacer cine. Invirtió US$ 100 millones en una versión libanesa de la película alemana The Experiment.