El Gobierno de EE.UU. presenta hoy su nueva Estrategia de Seguridad Nacional
El Gobierno de EE.UU. presenta hoy su nueva Estrategia de Seguridad Nacional, la primera bajo el mandato del presidente Barack Obama y que hará de la lucha contra el extremismo interno una de sus prioridades.
Los presidentes estadounidenses revisan cada cierto tiempo sus estrategias de seguridad, en las que enumeran sus principales prioridades en materia de defensa.
En su estrategia de 2002, el entonces presidente George W. Bush (2001-2009) incluyó una doctrina en la que sostenía que EE.UU. tenía la potestad de lanzar guerras preventivas.
Obama anticipó las líneas maestras de su estrategia en un discurso el sábado en la graduación de los cadetes de la Academia Militar de West Point, en donde indicó que la amenaza que representa la red Al Qaeda "no desaparecerá pronto".
Por su parte, su principal asesor en la lucha contra el terrorismo, John Brennan, indicó que el documento pondrá el énfasis, entre otras cosas, en la lucha contra los extremistas locales.
"Hemos visto un número cada vez mayor de individuos aquí en EE.UU. que se ven cautivados por las causas o las actividades extremistas", señaló Brennan en una conferencia.
Brennan aludía así a incidentes como el intento de hacer estallar un coche bomba en pleno centro de Nueva York a principios de este mes, en un atentado del que se responsabiliza al paquistaní nacionalizado estadounidense Faisal Shahzad.
"Esta es la primera estrategia de seguridad nacional de cualquier presidente que integra la seguridad interna como parte de la estrategia de seguridad global", agregó el alto funcionario.
La nueva estrategia "será completamente clara sobre la amenaza que encaramos. Nuestro enemigo no es el terrorismo, porque el terrorismo no es más que una táctica. Nuestro enemigo no es el terror, porque el terror es un estado mental y nosotros, como estadounidenses, rechazamos vivir aterrorizados", indicó Brennan.
En su lugar, apuntó, Estados Unidos "está en guerra contra la red Al Qaeda y sus afiliados terroristas".
La Administración "llevará el combate" contra los extremistas "allí donde tramen sus planes y se entrenen, en Afganistán, Pakistán, Yemen, Somalia y más allá", prometió el alto funcionario, quien, no obstante, precisó: "Usaremos la fuerza de manera prudente, reconociendo que a menudo necesitamos usar el bisturí y no un mazo".
Los presidentes estadounidenses revisan cada cierto tiempo sus estrategias de seguridad, en las que enumeran sus principales prioridades en materia de defensa.
En su estrategia de 2002, el entonces presidente George W. Bush (2001-2009) incluyó una doctrina en la que sostenía que EE.UU. tenía la potestad de lanzar guerras preventivas.
Obama anticipó las líneas maestras de su estrategia en un discurso el sábado en la graduación de los cadetes de la Academia Militar de West Point, en donde indicó que la amenaza que representa la red Al Qaeda "no desaparecerá pronto".
Por su parte, su principal asesor en la lucha contra el terrorismo, John Brennan, indicó que el documento pondrá el énfasis, entre otras cosas, en la lucha contra los extremistas locales.
"Hemos visto un número cada vez mayor de individuos aquí en EE.UU. que se ven cautivados por las causas o las actividades extremistas", señaló Brennan en una conferencia.
Brennan aludía así a incidentes como el intento de hacer estallar un coche bomba en pleno centro de Nueva York a principios de este mes, en un atentado del que se responsabiliza al paquistaní nacionalizado estadounidense Faisal Shahzad.
"Esta es la primera estrategia de seguridad nacional de cualquier presidente que integra la seguridad interna como parte de la estrategia de seguridad global", agregó el alto funcionario.
La nueva estrategia "será completamente clara sobre la amenaza que encaramos. Nuestro enemigo no es el terrorismo, porque el terrorismo no es más que una táctica. Nuestro enemigo no es el terror, porque el terror es un estado mental y nosotros, como estadounidenses, rechazamos vivir aterrorizados", indicó Brennan.
En su lugar, apuntó, Estados Unidos "está en guerra contra la red Al Qaeda y sus afiliados terroristas".
La Administración "llevará el combate" contra los extremistas "allí donde tramen sus planes y se entrenen, en Afganistán, Pakistán, Yemen, Somalia y más allá", prometió el alto funcionario, quien, no obstante, precisó: "Usaremos la fuerza de manera prudente, reconociendo que a menudo necesitamos usar el bisturí y no un mazo".