
BARCELONA, España .-Tito Vilanova, el técnico que sucedió a Pep Guardiola en el  Barcelona y ganó el título de la liga española en su única temporada a  cargo, falleció el viernes después de una larga batalla con el cáncer de  la glándula parótida. Tenía 45 años.
 
Vilanova,  quien luchó contra el cáncer durante unos dos años y medio, fue  hospitalizado la semana pasada en Barcelona y, según diversos reportes,  fue operado de emergencia el jueves.
"El  barcelonismo ha recibido hoy uno de los golpes más duros de su historia,  una noticia que ha conmocionado a todo el mundo del fútbol y del  deporte en todas partes", señaló el club en un comunicado. "
"Un hombre  querido y admirado por todos, nos ha dejado a la edad de 45 años,  después de no poder superar la enfermedad que, el pasado mes de julio,  le obligó a dejar el banquillo del primer equipo".
El  tumor fue descubierto en noviembre de 2011, cuando Vilanova todavía era  asistente de Guardiola y se ausentó del equipo para ser operado. Ya  recuperado, Vilanova tomó las riendas del club la temporada siguiente,  luego de la partida de Guardiola, y ganó el título de la liga con un  récord de 100 puntos.
Un segundo tumor fue  extirpado en diciembre de 2012, y Vilanova viajó a Nueva York varias  veces durante la campaña pasada para recibir tratamiento.
En  abril de 2013, Vilanova dijo que se sentía bien y que no pensaba en  dejar su cargo. Terminó la temporada, pero tuvo que renunciar luego de  sufrir una recaída en julio.
"Tito Vilanova,  un referente humano y un referente futbolístico. Gracias por todo lo que  nos has enseñado. Descanse en paz", expresó el presidente del Barsa,  Josep María Bartomeu.
Como asistente, Vilanova  ayudó a Guardiola a conducir el Barcelona más exitoso de la historia,  un período entre 2008-12 en el que el club catalán conquistó 14 trofeos,  incluyendo dos Ligas de Campeones, y en el que Lionel Messi se  convirtió en el mejor futbolista del planeta.
A  pesar de ganar el campeonato de liga y empatar el récord de puntos en  su única temporada a cargo, el Barsa de Vilanova fue eliminado por  Bayern Munich en las semifinales de la Champions con un marcador global  de 7-0.
Vilanova también será recordado por un  encontronazo con el entonces timonel del Madrid, José Mourinho, durante  la Supercopa de España de 2010 que ganó el Barcelona, en el que el  entrenador portugués le metió un dedo en el ojo.
Mourinho se sumó a una larga lista de técnicos, jugadores y dirigentes que expresaron sus condolencias por el fallecimiento.
"El  deceso de Tito Vilanova es un día triste para el fútbol, para el  Barcelona, y lo más importante, para su familia y amigos", expresó el  ahora timonel de Chelsea.
"Hoy es un día de  enorme tristeza para todos los aficionados al fútbol y de reconocimiento  a su trayectoria personal y profesional", indicó el presidente del Real  Madrid, Florentino Pérez.
"Tito, gracias por  todo lo que diste al fútbol y al Barsa. Todos los culés te estaremos  agradecidos eternamente", escribió en su cuenta de Facebook el  mediocampista Cesc Fábregas, uno de los jugadores del Barcelona que  Vilanova entrenó en La Masía.
"Personalmente,  te conocí hace 14 años y puedo decir que personas como tú hay muy pocas.  Gracias por haber confiado siempre en mí, por ayudarme a mejorar y a  superar obstáculos profesionales y personales", agregó.
Vilanova  se formó como futbolista en la academia del Barcelona, La Masía, a la  que ingresó en 1984 procedente del Figueres, y donde vivió hasta 1989.  En la famosa cantera del Barsa conoció y se hizo amigo de Guardiola,  Jordi Roura y Aureli Altimira, con quienes después compartió el  banquillo del primer equipo.
El centrocampista  nunca llegó a jugar un partido oficial con el primer equipo del  Barcelona, y en cambio realizó su carrera con el Figueres, Celta de  Vigo, Badajoz, Mallorca, Lleida, Elche y Gramenet, donde se retiró como  futbolista después por una lesión de rodilla.
Luego,  entrenó la categoría cadetes del Barcelona, donde tuvo a su mando a  jugadores como Gerard Piqué, Fábregas y Messi, ahora estrellas con el  primer equipo. Después fue director deportivo en el Terrassa de la  tercera división, hasta que regresó al Barsa para hacerse cargo de su  filial "Barsa B".
"Como entrenador, Vilanova  destacó por ser un técnico analítico, cerebral, observador y de gestos  contenidos. Un genio de la estrategia, consideran los técnicos que  trabajaron a su lado. Su puesta en escena en la banda se ajustaba  perfectamente a su personalidad", destacó el Barcelona.
A Vilanova le sobreviven su esposa, Montse, y dos hijos. Su hijo Adrián está en la academia del club azulgrana.