Confesó ser autor de incendio donde murieron 5 guatemaltecos en Nueva York
Nueva York, N.Y.- Un guatemalteco admitió hoy haber provocado el incendio que le costó la vida a cinco compatriotas el pasado sábado en el condado de Brooklyn durante el interrogatorio al que lo sometió la policía de Nueva York.
Daniel Ignacio, de 27 años, que vivía en el mismo edificio, fue arrestado por haber iniciado el fuego y ocasionado las muertes de los inmigrantes. La Fiscalía de Brooklyn tiene previsto presentar los cargos esta noche o mañana, según su oficina de prensa.
Un grupo de personas acudió hoy al cuartel donde Ignacio era interrogado y cuando el sospechoso fue sacado del lugar, esposado, le gritaron “asesino, asesino”.
Ignacio estuvo preso dos años por robo en Nueva York, luego de lo cual fue deportado, por lo que puede ser acusado de reingresar ilegalmente a Estados Unidos.
“No soy un monstruo, ni necesito compasión de nadie”, dijo el hombre al salir del cuartel de la policía a diferentes medios locales.
Tras causar el incendio, que necesitó de 125 bomberos para combatirlo, el guatemalteco ayudó a salvar vidas, entre éstas la de Josias Chan, de dos años, cuya madre, Luisa Ordóñez, fue una las víctimas mortales.
Los otros inmigrantes que perdieron la vida fueron identificados como Valerio Santos, Agustín López, Juan Barrena y Antonio Mendoza.
Ordóñez intentó salvar a su hija María, de dos meses, poniéndola en un carruaje para bebés y arrojándola desde el tercer piso del edificio. La bebé permanece en estado crítico con una fractura craneal.
También deslizó a Josias hasta el piso inferior por el exterior de la ventana, donde un vecino, que presuntamente fue Ignacio, lo agarró y entregó a los bomberos.
La mujer no consiguió huir del fuego a tiempo por las escaleras de incendios, pese a la ayuda de su marido, Miguel Chan, y murió.
Según su esposo, uno de los sobrevivientes, la fallecida le encargó entre lágrimas que cuidara de sus dos hijos.
Chan dijo hoy a los medios, tras conocer el arresto y los cargos contra Ignacio, que está “muy triste”.
Ignacio dijo a las autoridades que estaba borracho cuando prendió fuego a un rollo de papel que estaba en un coche de bebés en la entrada del edificio de tres pisos y al que previamente había impregnado con solvente de pintura, luego de lo cual se fue a dormir.
“Él confesó, pero nunca pensó que ardería de esa forma”, dijo un agente de la policía al Daily News en su edición digital.