El cantautor Pablo Milanés dice que "hay que condenar a Castro" si Guillermo Fariñas muere
El cantautor considerado como uno de los fundadores de La Nueva Trova criticó el régimen en cuanto al caso de Fariñas, quien se encuentra en grave estado. “Las ideas se discuten y se combaten, no se encarcelan”, expresó el músico.
“Hay que condenar a Raúl Castro desde el punto de vista humano si Guillermo Fariñas, muere porque las ideas se discuten y se combaten, no se encarcelan”, expresó Milanés en declaraciones al diario El Mundo de España, donde ofreció un recital el viernes pasado.
Por otro lado, Milanés, un músico que en líneas generales coincide ideológicamente con el partido gobernante en la isla, consideró que los revolucionarios cubanos “se han convertido en reaccionarios de sus propias ideas”.
“Por eso he dicho que hace falta otra revolución, porque tenemos manchitas. El sol enorme que nació en el 59 se ha ido llenando de manchas en la medida en que se va poniendo viejo'', expresó el músico, mientras que advirtió que “la historia debe avanzar con ideas y hombres nuevos”.
Milanés admitió que puede expresar sus ideas porque posee “el privilegio de tener más información” que el resto de su pueblo y confesó que apostaba a “una Cuba con los Castro, pero con arreglos”.
El disidente cubano Guillermo Fariñas seguía este sábado en estado "grave estable" y permanecerá hospitalizado en los próximos días debido al deterioro de su salud por la huelga de hambre y sed que comenzó hace 18 días y que le causó un segundo colapso el jueves pasado.
La portavoz de Fariñas, Liset Zamora, dijo ayer a Efe que "al parecer" se prolongará la estancia del opositor en la sala de cuidados intensivos del hospital Arnaldo Milián Castro de Santa Clara (270 kilómetros al este de La Habana), donde ingresó el jueves en estado de inconsciencia tras un desmayo.
Calificado de "mercenario" y "delincuente común" por el Gobierno cubano, Fariñas, de 48 años, ha estado once años en la cárcel y ha protagonizado en los últimos lustros otras 22 huelgas de hambre que le dejaron graves secuelas, según sus familiares y médicos.
La actual la comenzó cuando agentes del Gobierno le prohibieron hace dos semanas ir al sepelio del opositor Orlando Zapata, que murió al cabo de un ayuno de 85 días para pedir un mejor trato en la cárcel.