Fue a la cocina a beber agua y se encontró de frente con una serpiente de casi un metro y medio de largo
Un joven vecino de Barcelona (España) se llevó la madrugada del domingo un susto descomunal cuando, sonambulo tras despertarse de madrugada, fue a la cocina a beber agua y se encontró de frente con una serpiente de casi un metro y medio de largo.
El reptil, un ejemplar tricolor, logró escapar del terrario donde la tenía su propietario, que vive justo un piso por debajo de donde fue hallada, según informaron ayer la Policía catalana.
Los hechos ocurrieron hacia las 05.30 horas del pasado domingo, cuando un joven de unos 30 años, de origen paquistaní, se despertó y se dirigió a la cocina para coger algo de la nevera. Una vez entró se encontró de frente a la serpiente. Pasado el gran sobresalto despertó a sus compañeros de piso, también de origen paquistaní, para comunicarles el descubrimiento.
El resto de inquilinos también se pusieron muy nerviosos por la presencia del reptil, aunque decidieron apresarlo. Para su captura recurrieron al primer recipiente que tenían a mano: un cubo de pintura blanca que estaba medio lleno. Y allí es adonde fue a parar el animal, según reseña El Periódico de Barcelona.
La serpiente no atacó a nadie
La serpiente, en todo momento, se mostró muy mansa y no atacó a nadie, según relataron a la policía los inquilinos, que avisaron a la Policía cuando ya la habían capturado. Al llegar los agentes al domicilio se encontraron al animal con dificultades para respirar, porque habían tapado el cubo donde la apresaron, y completamente teñido de blanco.
Los agentes se llevaron a la serpiente a comisaría, donde se presentaron los agentes rurales, que la trasladaron al Centro de Recuperación de la Fauna Salvaje de Torreferrussa, en Santa Perpètua de Mogoda, donde fue examinada y comprobaron que no se trataba de ninguna especie protegida.
Los veterinarios limpiaron al animal -que había quedado repleto de la pegajosa pintura blanca- y mantuvieron a la serpiente en tratamiento hasta la llegada de su propietario.
Según informó a Efe el sargento de los Mossos César Obea, responsable de la unidad de seguridad ciudadana del distrito de Sant Andreu, el dueño del animal tenía todos los permisos en regla para tener a la serpiente en un terrario de su vivienda, aunque no pudo evitar que esta lograra escapar y subir un piso hasta la casa donde residen los vecinos paquistanís.