Publicado El:Thursday, September 1, 2011
Posteado Por MisterDj1
“Qué Noche” de Ramón Pastrano
Hace unos días evaluamos el trabajo de Ramón Pastrano en la televisión, y qué bueno es comprobar que el mismo criterio lo sustentan publicistas y gente importante del medio.
Lo nuestro son obras de arte de reconocidos pintores dominicanos. Nada de cuadros de la calle ni de “gift shop” sin ningún valor artístico. Que le vendan esa basura a los turistas, pero a éste que está aquí, no.
Que nadie me hable de “cuadros’, como dice el amigo Radhy Miranda. No tengo “cuadros”, tengo obras de arte, repito.
Pues bien, llevamos a enmarcar personalmente una obra a un lugar de un amigo que ofrece el servicio “express”. Uno lleva su obra en un bastidor, y la puede esperar, en una hora, enmarcada con todas las de la ley.
En el lugar coincidimos con el publicista Bernardo Bergés Peña, que muchos conocen de la publicitaria Bergés Peña.
Ahí estaba nuestra amiga Leivy Salcivar, coleccionista de obras de arte, y junto a ellos algunos promotores artísticos .
Saben cuál fue el tema de conversación mientras esperábamos los enmarcados?. El programa “Qué Noche” de Ramón Pastrano, del cual hablamos hace unos días, como ya les dije.
Me sorprendió que toda esa gente fuera seguidora de Pastrano.
Dice Bergés Peña que con la desaparición de Freddy Beras Goico en ese horario, Pastrano está llamado a llenar ese espacio y a satisfacer la necesidad de la gente que no quiere ver telenovelas a esa hora, y que él está cumpliendo con ese rol.
Yo soy uno que, les juro, nunca he visto una telenovela en mi vida. Quizás algún capítulo, para hacerle “coro” a una compañera, pero nunca, jamás, he seguido la trama de una telenovela.
Pues, la gente que les digo está loca con el programa de Pastrano.
Bernardo Bergés tiene una queja, sin embargo, y es que no debería pasar tantas partes grabadas. Eso dijo.
Hago público, con nombres y apellidos, lo ocurrido, para que se vea que cuando exaltamos el trabajo de Pastrano no estábamos hablando por hablar.
Ahora bien, qué triste y lastimoso es que mientras en lo externo hay esa impresión positiva sobre un trabajo hecho con tanto esfuerzo y sacrificio, en el canal se conspire en su contra, atacándalo hasta en el mismo medio. Eso no es justo, llora frente a la presencia de Dios que al que trabaja con honestidad y seriedad se le maltrate de ese modo. Es inaudito. Lo decimos responsablemente.