Docenas de soldados y efectivos de las fuerzas de seguridad fueron muertos a balazos por supuestos desertores del ejército en el sur de Siria
BEIRUT.-Docenas de soldados y efectivos de las fuerzas de seguridad fueron muertos a balazos por supuestos desertores del ejército en el sur de Siria, en una emboscada mortífera en momentos en que el gobierno del presidente Bashar Assad parece incapaz de contener la crisis, dijeron activistas el martes.
El enfrentamiento en la provincia de Daraa se produjo durante una jornada particularmente sangrienta en Siria, en que murieron 90 personas en distintos puntos del país. El osado ataque de los desertores del ejército sugiere una nueva confianza entre las fuerzas que se han alineado junto a los opositores.
Las Naciones Unidas calculan que la represión militar de un levantamiento de ocho meses ha dejado 3.500 muertos en los últimos ocho meses. Noviembre se insinúa como el mes más sangriento de la revuelta, con más de 300 muertos hasta ahora.
Por su parte, el primer ministro turco Tayyip Erdogan advirtió a Assad que si continuaba la política represiva, pasaría a engrosar la lista de los gobernantes que se "alimentan de sangre".
"Bashar, tienes a miles de personas en la cárcel, debes encontrar a los culpables y castigarlos", dijo Erdogan en declaraciones públicas que constituyeron un golpe duro para Siria, ya que ambos países tuvieron vínculos estrechos en el pasado.
La cifra de muertos más reciente fue recopilada por varias fuentes, entre ellas el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, la coalición Comités Locales de Coordinación, y funcionarios de la morgue.
Rami Abdul-Rahman, director del observatorio, confirmó que 34 soldados murieron en una emboscada en Daraa, el foco de la rebelión que comenzó en marzo, inspirada por revueltas exitosas en Túnez, Egipto y más adelante Libia.
Aunque los activistas dicen que las protestas han sido mayormente pacíficas, en que los manifestantes reclaman la caída del régimen, se ha desarrollado una insurgencia armada en los últimos meses.
Assad enfrenta el desafío más grave al régimen familiar de cuatro décadas en Siria, y algunos ex aliados, además de naciones occidentales, usan una retórica cada vez más enérgica instándole a poner fin a la sangrienta represión.
El lunes, el rey jordano Abdalá II dijo que Assad debía renunciar por el bien de su país.
AP