Gran Bretaña e Irán rompe relaciones gobierno birtánico retiró todo el personal diplomático de Teherán
El gobierno birtánico retiró a todo el personal diplomático de Teherán y ordenó que sean expulsados los funcionarios iraniés de suelo británico en 48 horas.
El secretario del Exterior británico, William Hague, anunció ante la Cámara de los Comunes que Gran Bretaña y sus aliados evaluarán otras medidas durante una reunión de la Unión Europea prevista el jueves.
Las turbas saquearon el martes las oficinas de la embajada y un complejo residencial para diplomáticos británicos en Teherán, acusando a Gran Bretaña de apoyar que se endurezcan las sanciones contra Irán por su programa nuclear.
Los manifestantes superaron a los policías antimotines y arriaron la bandera británica, quemaron un vehículo y arrojaron documentos por las ventanas, en escenas que recuerdan el ataque a la embajada estadounidense en 1979.
Hague dijo que el todo personal diplomático fue retirado de Irán por su seguridad después de la violencia. Consideró que sería "fantasioso" creer que los ataques se realizaron sin el apoyo del régimen de Irán.
Las acciones británicas son las medidas de represalia diplomática más duras contra Irán desde 1979 y siguen a un enfriamiento de las relaciones entre Teherán y Occidente mientras se profundizan las sospechas occidentales de que aspira a fabricar un arma nuclear.
Hague dijo que milicianos Basij, un grupo respaldado por el régimen iraní, destrozaron los espacios privados del personal y del embajador de Gran Bretaña. También incendiaron la sede principal de la embajada y robaron artículos personales de los diplomáticos británicos.
"Debemos tener en claro desde el principio que esta es una organización controlada por elementos del régimen iraní", dijo Hague. "La idea de que las autoridades iraníes no pudieron haber protegido nuestra embajada o que este ataque no pudo haber ocurrido sin cierto grado de consentimiento del régimen es fantasioso", agregó.
Hague aseguró que es probable que tanto Francia como Alemania tomen medidas diplomáticas propias tras el ataque.
Gran Bretaña tenía alrededor de 24 empleados diplomáticos y sus familiares en Teherán. Todos son adultos, pues Londres no permitía diplomáticos en Irán con niños menores por razones de seguridad.