MONTERREY, México La policía de México detuvo sospechoso de ser el autor intelectual del ataque incendiario contra un casino
MONTERREY, México (AP) -- La policía del norte de México detuvo a un presunto miembro del cartel de los Zetas como sospechoso de ser el autor intelectual del ataque incendiario contra un casino que dejó 52 muertos en la ciudad de Monterrey.
El vocero de seguridad estatal Jorge Domene informó el viernes que Baltazar Saucedo Estrada era buscado por el gobierno por el ataque al Casino Royale el 25 de agosto y por él se ofrecía una recompensa de 15 millones de pesos (un millón de dólares),
Saucedo, de 38 años, fue presentado el viernes a la prensa. Reconoció haber participado en el ataque incendiario en el Casino Royale y otros crímenes en confesiones que son rutina y no tienen necesariamente validez en la corte.
Domene dijo que el detenido también le dijo a la policía que el motivo del ataque es que los dueños del casino no pagaron una extorsión, la principal hipótesis de los investigadores.
Informó que la policía detuvo a Saucedo y a otro hombre el jueves en las calles de Monterrey al detectar una actitud sospechosa. Los hombres intentaron huir pero chocaron contra otro vehículo y fueron capturados.
Horas más tarde, las autoridades reconocieron las huellas dactilares y rasgos faciales y se percataron de que se trataba del presunto criminal, también conocido como el "mataperros".
Las autoridades han arrestado a 17 de los 32 sospechosos del ataque incendiario. Pero ninguno ha sido juzgado en la corte aún.
Soldados capturaron en octubre a un importante lugarteniente de los Zetas al que se le acusa de haber ordenado el ataque. El líder de los Zetas, Heriberto Lazcano, también es buscado por este crimen.
El incendio en el Casino Royale fue uno de los peores ataques que ha sufrido México desde que en 2006 se lanzó una ofensiva contra el narcotráfico y que ha dejado más de 35.000 muertos.
Hombres armados ingresaron, rociaron gasolina y prendieron fuego al edificio. El fuego atrapó y asfixió a decenas de jugadores y empleados. La mayoría de las víctimas eran mujeres que jugaban bingo, que estaban en las máquinas tragamonedas o que almorzaban.
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