El bótox es el procedimiento estético más común en hombres en Estados Unidos, pero la cirugía también ayuda en casos graves
El par de senos de talla doble D que sobresalen frente a mí lucen como si fueran de Pamela Anderson. Pero son de un niño de 14 años.
Saco un marcador negro y comienzo a dibujar sobre Phil, mi primer paciente de cirugía del día. Phil tiene ginecomastia, o engrandecimiento de glándulas mamarias en varones.
A Phil lo trajo su abuela, quien lo crió desde que tenía 10 años. Aparentemente era un niño bien portado y buen estudiante hasta que llegó a la pubertad. Como muchos niños que van madurando, su voz se hizo más grave e incrementó su altura. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de los otros niños, comenzó a desarrollar senos.
Sus mamas crecieron y crecieron hasta que llegaron hasta la mitad de su abdomen.
La abuela de Phil se dio cuenta de que se volvía más y más aislado. Sus amigos lo abandonaron. Los niños se burlaban de él. Sus calificaciones bajaron. Incluso reprobó educación física, tras negarse a quitarse la playera.
En mi consultorio, Phil estuvo callado la mayoría del tiempo. Dejó que su abuela hablara. A final de la consulta, sus ojos tristes se fijaron en los míos. Con una voz temblorosa preguntó: “¿Puedes ayudarme?”.
“Sí”, contesté, con la mayor confianza que pude.
Tres semanas después, aquí estamos:
Phil es parte de una nueva tendencia de hombres registrándose para someterse a cirugía plástica en Estados Unidos. En 2011 más de 800,000 hombres se sometieron a procedimientos estéticos, un incremento del 121% desde 1997, según la Sociedad Americana de Cirugía Plástica Estética.
La reducción de ginecomastia, una de las cirugías más populares fue realizada en casi 18,000 hombres. El bótox fue el procedimiento más común de todos con más de 260,000 hombres sometiéndose a inyecciones en 2011.
Posiblemente el factor más influyente en el aumento de cirugía plástica en los hombres es la mejora en las técnicas, dispositivos y productos. Verse frescos y rejuvenecidos nunca ha sido fácil. Pero atrás quedaron los días en los que los pacientes tenían que lidiar con cicatrices largas y una apariencia de ‘un túnel de viento’.
Las bolsas debajo de los ojos y bultos en la nariz ahora pueden ser removidos sin que queden cicatrices visibles. Sustancias inyectables como el bótox y el Restylane puede reducir arrugas evitando el bisturí. Y nuevos tratamientos láser pueden suavizar la piel sin ningún tiempo de inactividad en lo absoluto.
Aun así, siguen existiendo historias con moraleja. Debido a que la mayoría de los procedimientos de cirugías plásticas fueron desarrollados con el rostro y la figura femenina en mente, los pacientes masculinos pueden quedar viéndose feminizados y poco naturales.
Pero la cirugía de Phil va bien. Le retiré los senos con un bisturí, recorté los pezones y los suturé de nuevo como injertos de piel sobre su pecho ya plano. Todo el procedimiento tomó 90 minutos.
Fueron 3.6 kilogramos de tejido mamario. Su pecho cambió de masivo y caído a plano y firme. Sus areolas disminuyeron en diámetro, que eran del tamaño de platos pasteleros, a ser un cuarto de éstos.
Tres meses después, Phil y su abuela me vieron para su visita final después de la operación. Su comportamiento ha cambiado de ser triste a aislado a energético y amigable. Es como si una nube sobre su mundo se hubiera esfumado. En su camino de salida del consultorio médico, se detiene y me da una gran sonrisa diabólica.
Después dice algo que hace mi día: “Doctor Young, adivine qué. Tengo una cita esta noche”.
No pude evitar sonreír de regreso.