El presidente de EE.UU., Barack Obama, recibirá hoy lunes, en la Casa Blanca a Dilma Rousseff
El presidente de EE.UU., Barack Obama, recibirá mañana, lunes, en la Casa Blanca a su homóloga de Brasil, Dilma Rousseff, para reforzar la cooperación bilateral en comercio, energía y educación, con las discrepancias sobre Irán y Cuba como telón de fondo.
Obama, que estuvo en Brasil en marzo de 2011, y Rousseff, que llega hoy a Washington en su primera visita oficial a Estados Unidos presidenta, hablarán de cómo seguir trabajando "para hacer crecer los vínculos comerciales, económicos, en educación e innovación entre los dos países", según informó el pasado viernes la Casa Blanca.
El texto de la Presidencia estadounidense indica que los dos mandatarios aprovecharán también para analizar los "progresos" en los diálogos sectoriales de energía, economía y finanzas instaurados el año pasado durante la visita de Obama a Brasil.
Brasil, actualmente la sexta economía del mundo, fue hasta el año pasado el mayor socio comercial de EEUU pero ahora es China el principal destino de las exportaciones del país suramericano.
Por eso tanto Obama como Rousseff quieren reactivar el comercio bilateral y a Estados Unidos le interesa mucho también beneficiarse del potencial energético de Brasil, en momentos en que el encarecimiento de la gasolina preocupa a los ciudadanos estadounidenses.
Pero más allá del carácter principalmente económico de la visita de Rousseff, su presencia en Washington puede ser una oportunidad para que Obama pida a Brasil "apoyo a sanciones más profundas sobre Irán" por su programa nuclear, de acuerdo con un informe del independiente Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS).
Obama cree que las sanciones impuestas por EEUU y la Unión Europea (UE) a Irán por su programa nuclear están funcionando, mientras, pero Rousseff cuestionó recientemente su efectividad.
El otro asunto en el que las discrepancias entre Obama y Rousseff son evidentes es la participación de Cuba en la Cumbre de las Américas, a la que ambos mandatarios asistirán el próximo fin de semana en Cartagena de Indias (Colombia).
Fuentes oficiales brasileñas dijeron a Efe que Rousseff le manifestará a Obama su "convicción", compartida con la mayoría de los países latinoamericanos, de que la de Cartagena debería ser "la última" cumbre americana "sin Cuba".
Obama tendrá que lidiar en Cartagena con el debate sobre la presencia de Cuba en las próximas Cumbres de las Américas, después de que no se llegara a un consenso para invitar a ese país a la que organiza Colombia.
El único Gobierno que ha manifestado abiertamente su rechazo a invitar a Cuba a Cartagena es Estados Unidos, que considera que ese país caribeño no cumple con el requisito democrático que los participantes en las Cumbres de las Américas establecieron en 2001.
También en Cartagena se debatirá sobre la lucha antinarcóticos en el continente, con muchos países que opinan que hay que cambiar de estrategia y la propuesta de Guatemala en favor de la legalización de las drogas como solución.
En ese debate tienen un papel crucial tanto EEUU como Brasil, que son los dos mayores consumidores de cocaína en el continente, como recordó esta semana Paulo Sotero, del Centro de Estudios Woodrow Wilson, en un foro organizado por Diálogo Interamericano en Washington.
Estados Unidos "necesita una relación especial" con Brasil y Rousseff, más pragmática en muchos aspectos que su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, quiere "hechos" en esta visita a EEUU, sobre todo en la colaboración en educación, explicó en ese mismo foro Joao Augusto de Castro Neves, experto en Latinoamérica.
La visita de Obama a Brasil en 2011 contribuyó a crear "un nuevo ambiente" para que ahora ambos puedan consolidar una relación bilateral "que siempre ha sido fuerte", apuntó Sotero.