El Papa Benedicto XVI dice que no tiene miedo ante las filtraciones
Ciudad del Vaticano.- El segundo del Vaticano después del papa Benedicto XVI censuró el lunes las continuas filtraciones de documentos de la Santa Sede y descartó que el pontífice esté intimidado frente a las mismas, a las que describió como ataques "feroces" y "organizados".
El cardenal Tarcisio Bertone, secretario de estado del Vaticano, expresó lo anterior en sus primeras declaraciones públicas en torno a este nuevo escándalo, en entrevista para la televisora estatal RAI.
El liderazgo de Bertone ha sido blanco de numerosas críticas y diversos comentaristas consideran las filtraciones de documentos confidenciales de la Santa Sede un intento para desacreditarlo y obligarlo a que renuncie.
El escándalo representa la mayor de las vulneraciones a la seguridad en el Vaticano debido a que decenas de cartas, memorandos y otros documentos tomados del escritorio del Papa aparecen en el nuevo libro "His Holiness" (Su Santidad) del periodista italiano de investigación Gianluigi Nuzzi.
El mayordomo de Benedicto XVI fue arrestado en relación con el caso y estuvo detenido casi dos semanas por el cargo de tener documentos papales en su departamento. El mayordomo dijo que colaboraría en las investigaciones y durante la semana lo interrogarán los fiscales del Vaticano.
Sin embargo, la difusión que hizo el lunes la prensa italiana de nuevos documentos muestra que hay otras fuentes responsables de las filtraciones.
Bertone dijo a la RAI que, a pesar del escándalo, el Papa cuenta con el apoyo de sus colaboradores. Benedicto XVI "no se intimida con ataques de ningún tipo", apuntó.
Bertone dijo que siempre han existido los ataques contra la Iglesia, aunque en esta ocasión son "mas feroces, causan mas divisiones y están más organizados".
"La gran fuerza moral del pontífice sustenta a aquellos que están cerca de él y trabajan a su lado", señaló Bertone, quien intercalaba declaraciones con la lectura de apuntes.
Los documentos publicados en "Su Santidad" incluyen cartas dirigidas a Benedicto XVI y al secretario privado de éste, declaraciones bancarias y un memorándum en alemán -la lengua natal del Papa- que escribió a mano el secretario personal del pontífice sobre una reunión con un miembro de la congregación Legionarios de Cristo, implicada en un escándalo de abuso sexual.