En un acto de romper con el legado de Moammar Gadhafi, los libios acuden a las urnas este sábado para elegir a los miembros de la Asamblea Nacional
En un acto de romper con el legado de Moammar Gadhafi, los libios acuden a las urnas este sábado para elegir a los miembros de la Asamblea Nacional.
La jornada electoral histórica ha estado marcada por los disturbios que han obligado a cerrar algunas casillas, aunque la asistencia de votantes es mayor a la esperada.
La última vez que Libia tuvo elecciones fue hace casi medio siglo. Y para muchos, el acto de emitir un voto es una novedad tras cuatro décadas de un gobierno autocrático.
Tan solo en términos de números, la emoción es palpable: más de 3.500 candidatos compiten por los 200 escaños en la Asamblea y cerca del 80% de los 3,5 millones de posibles votantes se registró para participar.
Mujeres y hombres, jóvenes y viejos, esperan pacientemente en largas filas en las ciudades y pueblos de Libia que alguna vez fueron zonas de guerra. Después de votar, la gente exhibe su dedo índice derecho con tinta púrpura indeleble como prueba de su sufragio.
Más de 13.000 soldados resguardan las calles este sábado. Pero no todo ha fluido.