Miembros de la comunidad internacional llegaron a un acuerdo este sábado para una transición que ponga fin a la violencia en Siria
Miembros de la comunidad internacional llegaron a un acuerdo este sábado para una transición que ponga fin a la violencia en Siria.
El primer paso debe ser un compromiso renovado para el alto el fuego entre el régimen sirio y la oposición, así como la ejecución de un plan de paz de seis puntos respaldado por la ONU y la Liga Árabe sin esperar a las acciones de otros, dijo el enviado especial conjunto, Kofi Annan.
Una clave para el proceso será un gobierno de transición, el cual podría incluir a miembros del régimen sirio actual, agregó Annan. La composición de este órgano será decidido por los sirios, dijo.
"Estamos decididos a trabajar juntos de manera urgente e intensiva, para poner fin a la violencia y los abusos contra los derechos humanos y la puesta en marcha de un proceso político en Siria que conduzca a una transición que cumpla la aspiración legítima del pueblo sirio", dijo Annan.
El acuerdo también solicitó al gobierno de Siria que libere a los detenidos y permita a los periodistas el acceso al país. El derecho a las manifestaciones pacíficas debe ser respetado, añadió Annan.
El pacto es un intento de último minuto para poner fin al derramamiento de sangre en Siria y contener una crisis creciente, la cual algunos diplomáticos advierten que podría afectar a toda la región.
Más temprano, Annan, emitió una severa advertencia en la sesión de apertura que se inició en la sede de las Naciones Unidas europea.
El enviado internacional para la paz de Siria pronunció un apasionado llamado a la acción y la unidad al abrir las conversaciones con naciones líderes mundiales este sábado.
La situación ha empeorado a pesar de dos resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y un amplio apoyo para su plan de paz, dijo Annan, debido a la falta de acciones para hacer que funcionen.
"El resultado es una crisis internacional de severa gravedad que se cierne ahora", expresó Annan, el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe a Siria.
"La amenaza de una crisis regional; un nuevo frente para las fuerzas del terrorismo internacional; la perspectiva cada vez mayor de una radicalización y extremismo; el fantasma del deslizamiento hacia un conflicto sectario mayor; un país violentamente inestable lleno de armas —incluyendo aquellas del tipo más insidioso—; y en medio, una de las regiones con un delicado equilibrio y en conflicto del mundo.
"Esta es la situación que se ha permitido que continúe. Nadie debería de tener alguna duda en cuanto a los peligros extremos que plantea el conflicto a los sirios, a la región y al mundo”, consideró Annan.