La geografía y la diplomacia han encallado el asilo diplomático otorgado este jueves por el gobierno de Ecuador al fundador de WikiLeaks, Julian Assange
REINO UNIDOS (CNNLondres) — La geografía y la diplomacia han encallado el asilo diplomático otorgado este jueves por el gobierno de Ecuador al fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
Luego de casi dos meses de vivir refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres, el australiano de 41 años recibió del gobierno de Quito una respuesta positiva a su solicitud de asilo para librar su extradición por parte de Gran Bretaña a Suecia, donde enfrenta cargos de abuso sexual.
Para gozar de los privilegios plenos de la protección diplomática, Assange debe salir del territorio británico y llegar a Ecuador, algo que el gobierno británico ha informado que no permitirá y que mantiene el caso trabado entre los argumentos legales de ambos países.
Assange ingresó en la representación ecuatoriana el 19 de junio, ignorando las condiciones de su libertad condicional que lo obligaban a permanecer en una residencia en Norfolk —este de Inglaterra— y recibir una visita diaria de revisión.
Salvoconducto, única salida
Para salir de la sede diplomática, el fundador de WikiLeaks debe contar con un salvoconducto del gobierno británico, el cual solo puede ser conseguido a través de la negociación con Ecuador, dijeron a CNNMéxico analistas en derecho internacional.
“No existe la obligación (para Gran Bretaña) de otorgar un salvoconducto. Esto tiene que ser una situación concertada”, dijo Gabriela Rodríguez Huerta, especialista en derechos fundamentales y garantías del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Gran Bretaña no está obligada a ceder el paso a Assange debido a que el “asilo político” otorgado por Ecuador no implica el reconocimiento internacional de Assange como “refugiado político”, la figura legal para estos casos suscrita por la comunidad internacional en la Convención de Ginebra, detalló Rodríguez.
Uno de los abogados de Assange, el español Baltasar Garzón, aseguró este jueves que la defensa y el gobierno de Ecuador reclamarían “ante los tribunales que sean necesarios” el salvoconducto, que consideró “ineludible” para Gran Bretaña, según información de EFE.
Horas antes, el ministro de Exteriores británico, William Hague, reiteró la intención de su gobierno de extraditar a Assange a Suecia, en cumplimiento con la orden de extradición en su contra, y aseguró que Gran Bretaña no está obligada por ningún documento a reconocer el asilo diplomático al australiano.
“No permitiremos al señor Assange un pase hacia fuera del Reino Unido, ni hay una base legal para nosotros para hacerlo. El Reino Unido no acepta el principio de asilo diplomático”, dijo Hague.
Gran Bretaña es ajena a la figura de asilo diplomático porque es un principio tradicionalmente de América Latina, desarrollado en el contexto de golpes de Estado de los últimos dos siglos, según el doctor en Derecho Miguel Rábago Dortbecker, académico de la Universidad Iberoamericana (UIA).
Para alcanzar el reconocimiento de Assange como refugiado político y evitar su extradición, es necesario probar que enfrenta riesgos en el país que lo requiere. “El problema es que Suecia es una de las jurisdicciones criminales que más garantías tiene para los procesados, entonces es difícil argumentar que su vida corre un riesgo al ser procesado”, dijo Rábago.
La defensa de Assange también necesita comprobar que es un perseguido político, un argumento que no es compatible con los cargos de abuso sexual que enfrenta en Suecia, detalló el analista.
El gobierno ecuatoriano argumentó esta mañana en el anuncio que hay indicios de que los países afectados por WikiLeaks pueden tomar represalias contra Assange y que, de ser trasladado a Estados Unidos, sería juzgado por tribunales especiales y militares recibiendo “un trato cruel o degradante”.
Gran Bretaña enfrenta una mayor presión jurídica para cumplir con los acuerdos de cooperación penal de la Unión Europea que con los acuerdos sobre refugiados políticos o los tratados con Ecuador, según Rábago.
“Bajo nuestra ley, habiendo agotado el señor Assange todas sus opciones de apelación, las autoridades británicas están bajo una obligación vinculante de extraditarlo a Suecia. Debemos cumplir con esa obligación y por supuesto que intentamos totalmente hacerlo”, aseguró este jueves el ministro de Exteriores británico.Por Juan Pablo Mayorga