Publicado El:Tuesday, October 9, 2012
Posteado Por MisterDj1
La Procuraduría General anunció el martes que dentro de sus facultades destituyó e inhabilitó por 20 años para ejercer cargos públicos a cinco militares por el asesinato en 2004 de dos indígenas.
 
 BOGOTA     (AP)  -- La Procuraduría General anunció el martes que dentro de sus  facultades destituyó e inhabilitó por 20 años para ejercer cargos  públicos a cinco militares por el asesinato en 2004 de dos indígenas.
Los  afectados, que pueden apelar ante el mismo organismo, son los hoy  militares en retiro capitán Luis Fernando Báez, los sargentos Wilson  Octavo Octavo y Emiro Beltrán Osorio y los soldados profesionales Félix  Arrieta Viveros y Edwar Fabián Ramírez Cifuentes.
Según  la Procuraduría, el 8 de junio de 2004 los mencionados militares  ingresaron a la ranchería "Curichí, en el municipio de Manaure,  departamento de La Guajira y a unos 785 kilómetros al norte de Bogotá,  "y les dispararon por la espalda a dos de los indígenas que se  encontraban allí".
Aunque los uniformados  dijeron que los dos indígenas habían muerto en un enfrentamiento, los  investigadores del Ministerio Público establecieron "que las  declaraciones allegadas al proceso desvirtúan la existencia de un  combate".
Las pruebas también indican que "los  dos occisos no dispararon arma alguna y que lo relatado por los  familiares y amigos tiene credibilidad en su decir que afirma que ellos  corrieron por miedo cuando vieron la tropa".
Desde  fines de 2008, cuando se denunció que algunas bajas reportadas por los  militares en realidad eran ejecuciones extrajudiciales, la Fiscalía  General ha recibido denuncias de que casi 3.000 personas habrían sido  víctimas de esta práctica que es conocida en Colombia como "falsos  positivos".
Según la Fiscalía, hasta el 31 de  agosto pasado 601 militares habían sido condenados por casos de falsos  positivos. Otros 4.373 uniformados están vinculados con investigaciones y  procesos penales en la Fiscalía y en juzgados del país. De ese total,  1.948 miembros de la fuerza pública fueron afectados con resolución de  acusación.
En octubre de 2008, el entonces  presidente Alvaro Uribe (2002-2010) y el actual mandatario, Juan Manuel  Santos, quien era ministro de Defensa al momento del escándalo de los  "falsos positivos", destituyeron a 27 militares, entre ellos a tres  generales, porque por acción u omisión habrían tenido alguna  responsabilidad en este tipo de crímenes.












 










 
 



