Mediación familiar en separación y divorcio
Cuando el matrimonio se vuelve muy complicado y deciden separarse, es un camino muy difícil de transitar especialmente cuando se tienen hijos. Ambos siguen siendo padre y madre a pesar del divorcio.
En este proceso de terminar la relación, la responsabilidad de velar por el bienestar de los niños debe ser muy importante. Aunque ya no sean esposos, tú y tu expareja deben garantizar la estabilidad y continuación de la rutina de sus hijos de la forma más normal posible. Es aquí donde un mediador familiar debe entrar en acción.
Su función es ayudar a ambos, padre y madre, para evitar cualquier conflicto durante el divorcio. Es el encargado de la negociación y colaboración sin llegar a los enfrentamientos, reproches y conflictos. El objetivo es que el mediador familiar logre solucionar los problemas que puedan darse en la separación para evitar que un juez intervenga. Él logrará un acuerdo mutuo entre los padres y velará por los intereses de los hijos de la pareja.
Debe ser un profesional en derecho, psicología y técnicas de mediación. Generalmente el proceso dura hasta 8 sesiones de una hora para que los padres se pongan de acuerdo en los temas relacionados a los hijos. Aspectos económicos, visitas, custodias, educación, vacaciones, etc., son las cosas que el mediador familiar logrará establecer para evitar futuros problemas en la nueva dinámica familiar.
No olvides que tus hijos también sufrirán la separación por lo que ustedes deben evitar que sea algo muy doloroso o traumático para ellos.