Christopher Dorner entre la espada y la pared en la zona de Big Bear en el condado de San Bernardino al este de Los Angeles
En la vecindad de la carretera 38, zona de Big Bear en el condado de San Bernardino al este de Los Angeles, el expolicía homicida y fugitivo de la justicia Christopher Dorner atacó un vehículo con inspectores de la agencia estatal de Caza y Pesca en la tarde del martes.
Un nutrido tiroteo se llevaba a cabo en estos momentos, según la cadena de noticias CBS.
Al menos dos agentes fueron heridos por Dorner.
Dorner, según un agente de CBS, se encuentra en una choza, perpetrado y armado y según los periodistas en la zona hay un intercambio de fuego, sin saberse si el sospechoso estaba disparando o si los agentes lo hacían para impedir que él lo haga.
Luego de que los inspectores respondieron el fuego, de acuerdo con esta versión, Dorner abandonó el vehículo que manejaba y huyó a pie en terreno nevado, remoto, a 20 millas de la ciudad de Big Bear City. Al parecer, encontró una cabina abandonada y se parapeta en ésta en estos momentos.
Los heridos pertenecen supuestamente al departamento del Sheriff del condado de San Bernardino.
Debido al fuego los heridos no estaban recibiendo atención médica, dijeron las fuentes.
Por otra parte, el sitio de internet del Los Angeles Times afirmó que el tiroteo comenzó al descubrirse a Dorner en un caserío en la ciudad de Big Bear, sobreviniendo entonces el tiroteo inicial.
Christopher Dorner es un exagente de policía del Departamento de Policía de Los Angeles (LAUSD) despedido en 2009 por un conflicto con una oficial instructora a quien acusó de crueldad hacia un latino con problemas mentales. Dorner es afroamericano y acusó de racismo a la oficial. Su versión fue considerada fraudulenta, por lo que se lo expulsó del arma. Desde entonces, no se integró a ningún otro entorno y planificó su venganza, que inició la semana pasada.
Dorner atacó y mató a la hija de un excapitán del LAUSD y al prometido de ésta. Posteriormente mató en un ataque a un agente de policía de Riverside.
Desde entonces se libró una gigantesca búsqueda tras sus huellas, con la participación de centenares de agentes de varias agencias estatales y la FBI, Oficina de Investigaciones Federales.
El sábado se halló en una zona montañosa de San Bernardino su vehículo, incendiándose. Desde entonces se lo buscó allí, pero crecían los rumores de que estaba tratando de cruzar la frontera y huir hacia México, o que ya se encontraba en el país vecino.
Este lunes la cantidad de fuerzas que estaban dedicadas a la búsqueda se redujo de varios centenares a cincuenta, según las fuentes.