Publicado El:Monday, February 4, 2013
Posteado Por MisterDj1
El futuro de nuestra música podría caer víctima de inescrupulosas asociaciones de Dj's
Nueva York,N.Y.-Por Agustín de la Cruz (SL) -Resulta inaceptable, bochornoso y hasta chantajista el hecho que usted no puede solicitar un tema musical prácticamente en ningún centro nocturno de la capital dominicana, salvo que en algunos casos no se trate de un clásico.
Tuvimos la oportunidad de asistir el pasado lunes 21 de febrero al prestigioso “Jet Set” pero nos llevamos una amarga sorpresa al momento de solicitarle al Dj que nos complaciera con un tema musical, y este “profesional” de la música se negó argumentando que sólo colocaba los temas previamente pautados, como si se tratase de una estación de radio.
Para nadie es un secreto que en nuestro país existen algunas supuestas agrupaciones de Dj que disfrazan la promoción, extorsionando a los artistas con precios por encima de lo que se pagaría de payola en cualquier popular estación radial, pero pocos hablan del problema por temor a represarías.
Se comenta que algunas de estas inescrupulosas asociaciones que agrupan a los dj de los diferentes centros nocturnos de la capital se dan a la tarea de obligar a los artistas y/o a sus representantes a pagar una suma módica que oscila entre los 20,000 y 35,000 pesos para tener el derecho a que se coloque su tema dos veces por noche durante 30 días.
El caso resulta preocupante, pues si el artista no se doblega a realizarle cuantas presentaciones gratis se les ocurra, le comienzan un bloqueo sistemático y un sabotaje de difusión que pone en riesgo la carrera artística de un individuo, cuyo único delito es tener y querer hacer realidad un sueño, sin que se le irrespete su dignidad e integridad de ser humano.
Recordemos que cuando los propietarios de clubes de la gran manzana descubrieron las altas ganancias que percibían quienes corrían el negocio de las “hookah” dentro de sus establecimientos, decidieron tomar las riendas y administrarlas por ellos mismos, ojala y no ocurra lo mismo con la música en nuestro país.
Nos preguntamos si este mercado negro opera con la aprobación de quien paga sueldo de empleado al Dj, y quien además corre con todos los gastos operacionales del establecimiento, o por el contrario el propietario desconoce que a su espalda se están generando altos ingresos mercadeando la música que suena en su establecimiento.
Por suerte no son todas las que están, ni están todas las que son, aunque lamentamos que en nuestro país la justicia ande manga por hombros, pues de estar en territorio norte americano, podrían ser acusadas de practicar descaradamente la payola y la extorsión, cosa que aquí es un delito que se paga con cárcel.
Entendemos que la música es un negocio que debe general beneficios para todos, pero sin la necesidad de convertirnos en mercaderes perjudicando a nuestros talentos y a nuestra música, los artistas y manejadores deben saber que en la actualidad ningún medio de difusión por si solo pega un tema, y que más tarde o más temprano está absurda práctica se le convertirá en guillotina que va a terminar decapitando su proyecto.