El Senado de Argentina realizará este miércoles una sesión pública especial para rechazar el referendo que organizó Reino Unido durante los días 10 y 11 de marzo en las Islas Malvinas
El Senado de Argentina realizará este miércoles una sesión pública especial para rechazar el referendo que organizó Reino Unido durante los días 10 y 11 de marzo en las Islas Malvinas, con el fin de definir el estatus político del archipiélago bajo dominio británico y cuya soberanía reclama el país suramericano como parte integral e indivisible de su territorio.
El referendo de Reino Unido en Las Malvinas "pretende definir el estatus político" de ese archipiélago, así como de las islas de Georgias del Sur, Sandwich del Sur y sus espacios marítimos circundantes. Esta "maniobra no tiene ninguna validez para la legislación del derecho internacional", denuncian legisladores.
La sesión está prevista para la tarde de este miércoles, cuando los legisladores expresarán su repudio a la consulta que "pretende definir el estatus político" de Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y sus espacios marítimos circundantes, precisó la convocatoria.
La solicitud para convocar a una sesión pública especial la formularon la semana pasada el titular de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara alta y senador por el Frente para la Victoria (FPV) Daniel Filmus y su compañero de bancada Miguel Ángel Pichetto.
Además, suscribieron el pedido Ernesto Sanz, Rubén Giustiniani, del Frente Amplio Progresista (FAP) y Jaime Linares, en representación del partido Generación para un Encuentro Nacional (GEN).
"Debemos denunciar la trampa que esconde la apariencia de la llamada participación popular en el caso de un pueblo implantado", manifestó Filmus en declaraciones al Boletín Parlamentario.
Aseguró que "esta maniobra publicitaria no tiene ninguna validez para la legislación del derecho internacional".
Enfatizó que la actitud británica plantea una trascendente tarea para la diplomacia argentina: "Desnudar que detrás de la invocación del derecho de autodeterminación de los isleños se ocultan los verdaderos intereses de Londres, de poseer una poderosa base militar en una zona estratégica" del Atlántico Sur.
El referendo en las islas Malvinas "en nada altera la esencia de la Cuestión Malvinas y su eventual resultado no pone fin a la disputa de soberanía, ni a los incuestionables derechos argentinos", subrayó.
Por su parte, la embajadora argentina en Gran Bretaña, Alicia Castro, reafirmó este martes que el referendo, cuyo resultado arrojó que el 99,8 por ciento de los isleños quieren ser ingleses, "es una maniobra mediática que expresa la debilidad de la posición del Reino Unido".
"Es un referendo organizado por británicos para británicos, con el fin de que digan que el territorio tiene que ser británico", resumió Castro, quien sostuvo que el resultado de esa consulta expresa la opinión "de alrededor de mil 600" ciudadanos británicos contra "millones y millones y millones de personas que reconocen la soberanía argentina" sobre Las Malvinas.
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, consideró la consulta como "una suerte de parodia", tras citar fragmentos de un artículo publicado el pasado sábado en el periódico inglés The Guardian, según el cual "nunca antes en la historia británica ha sido tan previsible el resultado de un referendo, ni tan provocativo su propósito".
La disputa sobre la soberanía de Las Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y sus espacios marítimos circundantes tiene su punto de partida el 3 de enero de 1833, cuando Gran Bretaña usurpó y tomó las islas, quebrando la integridad territorial de Argentina.