Bikini brasileño abundan en Festival de la Moda de Río
RIO DE JANEIRO (AP) — ¿Qué tan complicado puede ser el bikini brasileño, una de las manifestaciones más minimalistas de la moda femenina?
A juzgar por las opciones innovadoras, originales y a veces exóticas de moda de playa que presentó Fashion Rio, la muestra de cinco días, la imaginación no tiene límites. La edición primavera-verano 2013-14, con colecciones de dos decenas de diseñadores, concluyó el viernes bien tarde por la noche.
Blue Man mostró bikinis hechos de mallas metálicas transparentes. La marca también exhibió unitardos de mangas largas que cubrían casi todo y cuyos toques más sensuales eran las cremalleras a todo lo largo de la columna vertebral de las modelos.
El público se deleitó con un generoso despliegue de bikinis, más o menos pequeños, con o sin tiras, y una selección de colores que rivalizó con el arco iris.
Entre las pocas muestras expuestas fuera de las carpas especiales levantadas en el embarcadero de la Bahía de Guanabara, la exhibición de Blue Man se ofreció en la que fue residencia del embajador portugués, una suntuosa mansión colonial con jardines tropicales.
Un mono encaramado en un árbol cercano presenciaba el desfile con displicencia. Pero sus primos humanos, tanto varones como mujeres, manifestaron interés inconfundible y aplaudieron a rabiar.
Lenny Niemeyer abrió su desfile con una pieza de mangas largas que parecía una cruza de traje de baño y sudadera. Confeccionada con material rígido que mantenía su forma escultural, el traje de baño lucía mangas acolchadas que, aunque no parecían lo más adecuado para un clima tropical, lograban el objetivo de atraer las miradas.
Otras creaciones de Neimeyer, cuyas líneas osadas y sutiles tonos cafés la catapultaron a la fama internacional, incluyeron modelos con faldas brevísimas y bikinis minúsculos.
Triya lució un tope metálico rígido que daba la impresión de haber salido de un yeso moldeado sobre el mismo pecho de la modelo. Pero fue el kaftan impreso con una foto de la serie "Grandes desnudos" de Helmut Newton lo que dejó a los espectadores boquiabiertos.
Salinas, la línea que hace agua la boca de las adolescentes, rebajó su cuota de sacarina y atenuó sus rosas chillones para presentar una colección inusualmente sofisticada dominada por puntos blancos y negros bajo el tema de "La Dolce Vita".
La colección diluyó la demarcación bien definida entre trajes de baño de una pieza y los bikinis, con una creación que, en contraste con lo que suelen mostrar impunemente las playas de Río, sólo dejaba expuesta una superficie mínima de piel entre las mitades superior e inferior.