Critican Acroarte por manejo en caso de las sanciones de cinco miembros
Por Humberto Olivieras
Como ya es de harto conocimiento la Asociación de Cronista de Arte, Acroarte, en su asamblea de la pasada semana llevada a cabo en su local de Santo Domingo, sancionó a cinco de sus miembros con diferentes penalidades.
A uno de los fundadores y tres veces presidente de la entidad, Joseph Cáceres, le fueron impuestos dos años de suspensión; a Roberto Sánchez, un año en ese mismo sentido, mientras que a Aridio Castillo, Juan Carlos Jiménez y Joseph Tavarez, fueron expulsados definitivamente de sus filas.
El Tribunal Disciplinario de Acroarte, organismo que determinara las penalidades, en un extenso documento detalló un elevado número de capítulos y acápites que habían violado los acusados, así como por igual transgresiones a la ética de la entidad.
Entre los señalamientos del tribunal se destacan injurias y difamaciones reiteradas en que en los últimos años habían incurrido los cronistas Cáceres, Sánchez, Castillo, Jiménez y Tavárez.
En el documento del tribunal, compuesto por Wanda Sánchez, Ricardo Rodríguez Rosa y Marino Castillo, se expone el protocolo o proceso que siguió ese órgano para arribar a sus conclusiones finales. Informan en el legajo que citaron a cada uno de los inculpados para que aportara las pruebas que podría tener para sostener las acusaciones de prevaricación y demás deshonestidades que cada quien les había señalado a los miembros de la directiva de la entidad, citación que solamente fue correspondido por Robert Sánchez. Explicando que éste en su comparecencia admitió no disponer de las evidencias que avalaran las denuncias que había proferido contra los directivos acroartistas.
Asimismo en el documento en cuestión se informa que al pedido de comparecencia mencionado, Joseph Cáceres respondió llevando una comunicación en la que informaba que tenía planificado candidatearse como Secretario General para las elecciones de Acroarte de este año, y que pedía que se suspendiera el proceso disciplinario hasta después de esos comicios internos.
Pedido a lo cual el tribunal colegiado no accedió por considerarlo improcedente desde cualquier consideración legal, de acuerdo a lo dicho por los jueces.
Es de importancia señalar que el presidente de Acroarte, Máximo Jiménez, expuso en la asamblea que si las medidas tomadas por el Tribunal Disciplinarios, las cuales en ese momento eran desconocidas por la sala, debían ser aceptadas como conclusiones finales, o que si debían ser debatidas de nuevo. A lo cual el cien por ciento de los presentes (unos 43 miembros) reclamaron que de acuerdo a los estatutos el tribunal tenía plenos poderes para juzgar los casos que se le sometieran, y que en ese sentido sus decisiones no eran debatibles, aunque sí posteriormente apelables.
Las criticas a las sanciones a que se refiere el título del presente trabajo, y que sesgando el orden de un artículo de prensa se han dejado sus detalles hasta aquí, es las que han formulado una gran cantidad de miembros de la entidad, en el sentido de que esas medidas debieron de haberse tomado mucho antes como fórmula de saneamiento para la buena marcha de la asociación.
A viva voz expresan los acroartistas que es inconcebible que la directiva permitiera por tanto tiempo que los miembros sancionados estuvieran injuriando y difamando a diestra y siniestra sin que desde tiempo antes no se hubieran tomado los correctivos disciplinarios de lugar.
“El ser miembro fundador, o el haber sido presidente o directivo de cualquier categoría de una entidad, no le otorga a nadie potestad para que luego por capricho o intereses personales desate una campaña de descredito contra la misma”.
“Es como si a un padre, por su condición de tal, las leyes le permitieran abusar de sus hijos”, expresan entre otras cosas los cronistas organizados en Acroarte.
Apuntan, además, que dentro del 99.9 % de acroartitas que avalan las sanciones en cuestión, se encuentran fundadores y expresidentes de la entidad, como Carlos T. Martínez, Fausto Polanco, Napoleón Beras, Maribell Contreras y Félix Vinicio Lora.
Subrayan que hablar de crisis dentro de Acroarte por estas suspensiones y expulsiones, es caer totalmente en el vacío, dado que como se ha señalado sobre un 99% aprueba esas penalidades, “lo que índica que no hay ninguna contrafuerza que la rete con posibilidades de éxitos, aunque sí voces que hacen bullas”, expresó un miembro. El cual a la vez agregó:
“Lo mismo ha pasado con el caso de los desatinos de los hijos de Casandra. Sus reclamos se pierden en la nada. Muestra de ello es que la premiación de este año, con el título de Soberano, superó con creces la teleaudiencia, así como la atención por Internet a través de monitores y redes sociales, sobre los eventos anteriores. Y en cuanto al patrocinio comercial, por igual fue superior también”.
Otras medidas o reformas en Acroarte.
En la asamblea del pasado sábado se acordaron dos reformas a los estatutos que están llamadas a robustecer y a acreditar aún más a la institución, de acuerpo a los acroartistas.
Una fue que para las próximas premiaciones, el conteo de los votos de los nominados estará bajo la responsabilidad de una firma auditora de prestigio, y no a cargo ni siquiera del Comité Ejecutivo ni del Cuerpo de Asesores, compuesto por los expresidentes. Esto para cortar de raíz la filtración informativa, con antelación a la noche de gala, de los ganadores de cada renglón.
La segunda reforma es la de que para la escogencia de la persona a ser galardonada como el Gran Soberano, sea de una terna de tres, con conocimiento previo del público, de manera que se sepa con tiempo los méritos de cada quien. Así se evitaran comentarios de favoritismo o de injusticia, y demás se logrará concitar mayor interés y expectativa al respecto, de acuerdo a lo explicado por Máximo Jiménez.
Sobre El Bloguero
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