Nawaz Sharif El ex primer ministro paquistaní se declaró el sábado ganador de una elección parlamentaria histórica, aunque empañada por la violencia luego de que el conteo parcial y extraoficial de votos mostraba a su partido con una amplia ventaja
ISLAMABAD (AP) -- El ex primer ministro paquistaní Nawaz Sharif se declaró el sábado ganador de una elección parlamentaria histórica, aunque empañada por la violencia luego de que el conteo parcial y extraoficial de votos mostraba a su partido con una amplia ventaja.
Si su victoria se ratifica oficialmente, marcaría un regreso notable para Sharif, de 63 años, quien ya ocupó el cargo de primer ministro en dos ocasiones pero fue destituido por un golpe militar en 1999. Pasó años en el exilio antes de volver al país en 2007. Su partido enfrentó una intensa campaña del ex astro del cricket Imran Khan, que llenó de ánimo a los votantes jóvenes.
En un discurso de victoria que ofreció a sus partidarios en la ciudad de Lahore, Sharif expresó su deseo de trabajar con todos los partidos para resolver los problemas del país.
Los conteos parciales y extraoficiales difundidos por la televisora estatal indican que el partido de Sharif tiene una abrumadora ventaja, pero insuficiente para ganar la mayoría de los escaños de la asamblea nacional elegidos directamente, lo que significa que tendría que formar una coalición de gobierno.
"Les pido a todos que vengan a sentarse conmigo en la mesa para que esta nación se pueda librar de esta maldición de apagones, inflación y desempleo", dijo Sharif.
Por su parte, Khan, ganador del Mundial de Cricket de 1992, sufrió el martes una terrible caída de un montacargas durante un acto de campaña en Lahore, que le provocó fracturas en tres vértebras y una costilla. No votó el sábado porque no pudo acudir a su centro de votación.
Pese a ataques contra candidatos, trabajadores de partidos y votantes, que mataron a 29 personas el sábado, los paquistaníes participaron masivamente en las elecciones para definir asambleas, tanto nacional como provinciales.
La enorme participación en las urnas fue un indicio de los deseos de cambio luego de años de penosa inflación y racionamiento del servicio eléctrico bajo el actual gobierno. Es además un fuerte rechazo al Talibán y otros grupos extremistas que han tratado de descarrilar los comicios con ataques que han matado a más de 150 personas en semanas recientes.
"Nuestro país está en serios problemas", dijo Mohammad Alí, un tendero que votó en la ciudad oriental de Lahore. "Nuestra gente no tiene empleos. Nuestros negocios están perjudicados. Estamos muriendo todos los días".
La votación marca la primera vez que un gobierno civil cumple sus cinco años de término y transfiere el poder en comicios democráticos, en un país que ha sufrido tres golpes de Estado y constante inestabilidad política desde que fue establecido en 1947.
Las elecciones eran observadas atentamente por Estados Unidos, que se apoya en este país de 180 millones de habitantes para la lucha contra los extremistas islámicos y para negociar el fin de la guerra en la vecina Afganistán.
La pasión y la energía eran notables en todo el país, donde millones de personas acudieron a las urnas, ondeando banderas nacionales y coreando lemas en respaldo a sus partidos. Algunos eran votantes jóvenes novicios y otros ancianos que se apoyaron en bastones o amigos para depositar sus boletas.
Bilal Masih llegó al colegio electoral en la ciudad central de Multan con su atuendo de boda, diciendo que su novia podía esperar hasta que él votase. El hombre decoró el auto de su boda con flores y un tigre, el símbolo de la Liga Musulmana N de Pakistán.
"Pienso que es mi deber nacional", dijo Masih, que lucía un turbante rojo y blanco y guirnaldas de flores alrededor del cuello.
El Talibán paquistaní, que libra una violenta guerra contra el gobierno, trató de obstaculizar las elecciones porque considera que la democracia es contraria al islam. El gobierno respondió desplegando aproximadamente 600.000 soldados y policías en todo el país para proteger las urnas y a los votantes.
Muchos paquistaníes decidieron votar pese a los riesgos.
"Sí, hay miedo, pero ¿qué podríamos hacer? O nos quedamos en casa y dejamos que siga el terrorismo o salimos de casa, votamos y traemos un gobierno que pueda solucionar el problema del terrorismo", dijo Alí Khan, que esperaba a votar en la ciudad de Peshawar, donde ocurrió uno de los atentados del sábado.
---
Los periodistas de The Associated Press Munir Ahmed y Zarar Khan en Islamabad, Atif Raza en Karachi, Riaz Khan en Peshawar, Rasool Dawar en Mir Alí, Anwarullah Khan en Khar, Abdul Sattar en Quetta, Matiullah Achakzai en Chaman, y Asif Shahzad en Lahore contribuyeron a este despacho.
© 2013, La Prensa Asociada