Publicado El:Tuesday, November 12, 2013
Posteado Por MisterDj1
Filipinos en Estados Unidos estan buscando a su familias tras tifón que azotó Filipinas
LOS ANGELES Noviembre,12 -- Armi Go, de 59 años, trabaja en una tienda en Los Angeles. La última vez que llamó a su madre de 81 años a la ciudad filipina de Tacloban, la lluvia del tifón que se aproximaba sonaba tan fuerte que apenas podían escucharse entre sí.Go le pidió a su madre que se fuera de ahí, pero la anciana no quiso hacer caso a sus recomendaciones. Ahora está desaparecida, junto con el hermano y la hermana de Go, al igual que miles que quedaron atrapados por el devastador tifón que azotó Filipinas el viernes.
Desde entonces, Go ha estado llamado desesperadamente a cualquier amigo o familiar que pueda tener noticias de su familia, pero no ha tenido suerte.
"Estuve despierta llamando hasta las 2 de la madrugada", relata la mujer. "No sabemos nada, no tenemos noticias. Estamos muy preocupados, no sabemos si (mi madre) está viva o muerta. Ni siquiera sabemos dónde está".
Como Go, en todos Estados Unidos, expatriados filipinos batallan para encontrar a sus seres queridos atrapados a miles de kilómetros (millas) de distancia y para enviar dinero y suministros a un área donde prácticamente toda comunicación y transporte están paralizados.
En el sur de California, donde reside la comunidad más grande de filipinos fuera del archipiélago, se han organizado campañas para recaudar fondos, desde caminatas de cinco kilómetros hasta ventas de artículos usados en iglesias, mientras se dispersan las noticias de los seres queridos desaparecidos y cada vez hay menos historias de supervivencia.
El Censo de Estados Unidos contó más de 322.000 filipinos sólo en el condado de Los Angeles en 2010.
A muchos les preocupa que su país natal quede permanentemente dañado por el tifón, que ocurrió apenas una semanas después de un sismo de magnitud 7,2 en Bohol que causó 198 decesos.
"El condado acaba de sufrir dos golpes en uno. Estados Unidos probablemente pueda soportar ese tipo de devastación, pero Filipinas no. Sólo es un país pobre", dijo Bing de la Vega, quien está encabezando uno de los esfuerzos de ayuda a través de la organización sin fines de lucro Philippine Emergency Disaster Relief Organization.
Adelia Ramos, de 64 años, pasó varios días tratando de localizar a su familia. No pudo contener la emoción cuando relató que los encontró el domingo por la noche.
"Ahora están a salvo, están de regreso en nuestra provincia", dijo respirando profundamente para contener el llanto. "Sin embargo, las preocupaciones que tienen, no podían regresar a nuestro pueblo, tuvieron que caminar siete horas y algunas veces sobre cadáveres".
Flaccus reportó desde del condado de Orange, en California. La periodista de The Associated Press Samantha Henry en Jersey City, Nueva Jersey, colaboró para este despacho.
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