Publicado El:Monday, January 13, 2014
Posteado Por MisterDj1
Francis Santana:Un adiós musical
Las voces de Yohanna Almánzar y Néstor Sánchez pusieron el toque artístico a un momento en el que sus familiares y amigos le daban el último adiós al “El Songo”. Almánzar cantó, entre otras, “Amor eterno”, de Juan Gabriel, y Sánchez, “Evocación”, de Papa Molina, acompañados al piano por Miguel Leclerc.
Asimismo, la voz de Santana sonó en grabaciones de canciones como “Por amor”, “En la oscuridad” y “Arenas del desierto”.
De igual manera sonaron movidos merengues, que invitaban a recordarlo con la alegría que brindó, tal como pidió su hija Katiuska al final del emotivo acto. “Queremos pedirles a todos que lo recuerden siempre como lo que fue: Como una persona alegre, como una persona honesta, un excelente esposo, un excelente artista”, dijo.
La última agrupación con la que cantó regularmente Francis Santana fue “Los Bonyé”, quienes durante los últimos cinco años lo recibieron en su escenario de las ruinas de San Francisco, y donde ayer le dedicaron su actuación.
De hecho, los integrantes de la orquesta fueron los que organizaron la parte musical del sepelio y uno de sus cantantes, Félix Báez, fue el encargado de leer el panegírico.
En él se narraban episodios de la vida que llevó Santana, desde su nacimiento el 20 de junio de 1929, en el barrio San Carlos. “Ahora nos consuela que tu dulce voz aguda no se apaga, pues desde hace tiempo se hizo eterna y acompañará para recordarte, seguir disfrutándote, y agradecerte la generosidad”, leyó Báez, luego de que fuera sepultado el cantante, bajo una lluvia que mojó brevemente a los que asistieron a despedir a Francis Santana.
PALABRAS DE DESPEDIDA
El panegírico despidió al artista y ser humano que fue Francis Santana. Unas palabras que dijeron, entre otras cosas: “Hoy te toca físicamente partir, pero permanece tu edificante ejemplo de vida, como abanegado hijo, comprensivo y cariñoso marido, responsable y mimoso padre y abuelo, asi como también responsable y colaborador amigo.
Sencillez de espíritu, que nunca olvido sus orígenes, y contrario vivió orgulloso, cacareándolos y buscando siempre a sus amigos de infancia”.
Pachico Tejada