El presidente Bashar al-Assad ataca ahora con "Gas de Cloro" se ha reportado este mes en Siria
Por Oliver Holmes BEIRUT (Reuters) - Los ataques con gas de cloro registrados este mes en Siria expondrían una importante fisura en el plan de remoción de las armas químicas del país azotado por la guerra en caso de ser confirmados, y sugieren que el conflicto podría persistir más allá de la entrega del armamento.
El presidente Bashar al-Assad acordó con Estados Unidos y Rusia deshacerse de sus armas químicas, un arsenal que Damasco nunca había reconocido formalmente en el pasado, después de que cientos de personas murieron en un ataque con gas sarín en agosto pasado, en las afueras de la capital.
Washington y sus aliados occidentales dijeron que las fuerzas de Assad fueron las que usaron el gas nervioso, en el peor ataque químico del mundo registrado en un cuarto de siglo. El Gobierno culpó a la parte rebelde en la guerra civil siria, que está ingresando en su cuarto año.
Siria ha prometido entregar o destruir su arsenal completo para fines de esta semana, pero aún tiene un 14 por ciento de los químicos que declaró ante la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAC, por sus siglas en inglés).
Además, el gas de cloro, que nunca fue incluido en la lista entregada a la OPAC, ahora está siendo supuestamente utilizado en el campo de batalla, llevando a algunos países a considerar pedir una investigación, posiblemente a través de Naciones Unidas.
Ataques ocurridos este mes en varias partes del país tienen características comunes que llevaron a analistas a creer que hay una campaña coordinada de uso de gas de cloro, con evidencia creciente de que el Gobierno es el que está arrojando las bombas.
La portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Jen Psaki, dijo el lunes que Washington tenía indicios de que el cloro fue usado probablemente por fuerzas del Gobierno en Siria.
"Estamos examinando acusaciones de que el Gobierno fue responsable", dijo. "Obviamente se necesita una investigación sobre lo ocurrido allí", agregó.
En el pueblo de Kfar Zeita, en manos rebeldes, en la provincia central de Hama, a 200 kilómetros al norte de Damasco, activistas de la oposición subieron un video de personas asfixiadas e inhalando oxígeno después tras el presunto lanzamiento de bombas desde helicópteros el 11 y 12 de abril.
Reuters no pudo verificar la autenticidad de los videos y los activistas suelen realizar denuncias similares, pero imágenes de bombonas dieron más indicio de lo ocurrido.
Una de las bombonas había explotado parcialmente y llevaba escrito CL2 en un costado. CL2 es el símbolo del gas de cloro. También se leía Norinco, el mayor fabricante de armas chino.
Las reiteradas llamadas a Norinco no fueron respondidas.
(Reporte adicional de Anthony Deutsch en The Hague, Ben; Blanchard en Pekín, Louis Charbonneau en Naciones Unidas y Reuters TV. Editado en español por Lucila Sigal y Marion Giraldo)
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