El papa Francisco oró en el muro el lugar de oración más sagrado para los judíos en Jerusalén
El papa Francisco oró el lunes en el muro occidental de Jerusalén, el lugar de oración más sagrado para los judíos, y se desvió de su atareado itinerario para visitar un memorial a las víctimas israelíes del terrorismo durante su tercer día de gira por Medio Oriente.
Francisco inclinó la cabeza mientras oraba y tocó la pared, la única que sigue en pie del segundo templo bíblico.
Dejó en una de las grietas del muro una nota con el texto del "Padre nuestro" escrito en su lengua española natal.
Luego abrazó a su buen amigo el rabino argentino Abraham Skorka, y al líder de la comunidad musulmana de Argentina, Omar Abboud, quienes se unieron a la delegación oficial durante la gira, en una señal de amistan interreligiosa.
Cuando el papa Juan Pablo II visitó el muro occidental en 2000 dejó una nota pidiendo perdón por el sufrimiento causado a los judíos por cristianos. El papa Benedicto XVI colocó una nota en la que pedía por la paz para cristianos, musulmanes y judíos.
Francisco modificó su itinerario original para visitar un memorial a víctimas israelíes del terrorismo antes de viajar al memorial del Holocausto de Yad Vashem. También dejó una ofrenda en la tumba del fundador del sionismo moderno Theodor Herzl.
El viaje de Francisco ha estado mercado por su sorpresiva invitación a los presidentes de Israel y Palestina para que acudan al Vaticano a rezar por la paz el mes próximo. Ambos aceptaron y Francisco se reunirá más tarde el lunes con el presidente saliente de Israel Shimon Peres.
Francisco inició su jornada quitándose los zapatos para entra al Domo de la roca, un templo icónico localizado en el tercer lugar más importante para los fieles al Islam. El domo dorado consagra la roca donde los musulmanes creen que el profeta Mahoma ascendió al cielo.
El complejo de la mezquita, llamado el Noble santuario por los musulmanes, y Templo del monte por los judíos, es el corazón de las disputas territoriales y religiosos entre Israel y sus vecinos árabes.
Al dirigirse al gran muftí de Jerusalén y otras autoridades musulmanas, Francisco hizo a un lado las palabras que llevaba preparadas y se dirigió a estos no sólo como "queridos amigos" sino que los llamó hermanos.
"Que nos respetemos y amemos como hermanos y hermanas", dijo. "Que aprendamos comprender el sufrimiento de otros. Que nadie abuse del nombre de Dios a través de la violencia".
En Yad Vashem, Francisco besó las manos de media docena de sobrevivientes del Holocausto como señal de homenaje.
El día final de la gira del papa es un torbellino de actividades que le llevarán del Domo de la roca al Muro occidental, luego al Monte Herzl, el cementerio nacional bautizado así en honor del padre del sionismo moderno y el discurso en Yad Vashem. También se reunirá con el principal rabino de Israel, el presidente del país y el primer ministro, con sacerdotes locales y finalmente oficiará misa en el salón de la última cena, donde Jesucristo compartió su última comida con sus discípulos antes de ser crucificado.
Su retorno a roma está programado para poco antes de la medianoche.