Violencia entre Israel y Hamas volvió a encender las alarmas de que estalle un nuevo conflicto armado:Grupo islamista intensificó el lanzamiento de cohetes
Sami Abu Zuhri "Es una grave escalada y el enemigo lo pagará muy caro", advierte hoy el portavoz de Hamas".
"No sabemos aún si los terroristas murieron debido al ataque o lo que parece como 'accidente de trabajo' suyo que provocó el derrumbamiento del túnel que no fue atacado esta madrugada sino hace unos días", afirman fuentes militares que, por otro lado, confirman el ataque contra 14 objetivos de los grupos armados de Gaza en respuesta a los 40 proyectiles y cohetes disparados este domingo contra las ciudades del sur de Israel.
JERUSALÉN.- La escalada de violencia entre Israel y Hamas volvió a encender las alarmas de que estalle un nuevo conflicto armado, luego de que el brazo armado del grupo islamista intensificó el lanzamiento de cohetes y el gabinete de seguridad israelí acordó reforzar con reservistas la frontera con la Franja de Gaza.
Según indicaron voceros militares y medios de comunicación israelíes, decenas de cohetes fueron disparados desde Gaza, sin causar víctimas. El sistema de interceptación de cohetes destruyó en el aire cuatro vectores. Los medios estimaron que ayer se lanzaron unos 70 misiles y proyectiles de mortero.
Poco después, al referirse a ciudades del sur de Israel, las brigadas Azzedin al-Qassam, el brazo armado de Hamas, señalaron en un comunicado que habían disparado "decenas de cohetes contra Netivot, Ashkelon, Ashdod y Ofakim en respuesta a la agresión sionista".
La organización dijo que fue en respuesta a la muerte de seis de sus combatientes por un ataque aéreo israelí, algo que el gobierno del premier Benjamin Netanyahu negó.
En tanto, Israel atacó por lo menos 20 blancos en la Franja, entre ellos túneles empleados por las milicias en el sur de Gaza, lanzaderas ocultas de cohetes en el Norte y otros objetivos vinculados con organizaciones armadas en diferentes puntos del territorio.
Cuatro activistas de la rama militar de Hamas, que gobierna la Franja de Gaza desde 2007, murieron en un ataque israelí contra un túnel en Rafah, al sur del territorio, según varios testigos y los servicios de emergencias locales.
Otros dos miembros de las brigadas Azzedin al-Qassam desaparecieron. La prensa israelí atribuyó el incidente a una explosión de origen indeterminado. La zona tiene numerosos túneles que sirven para el contrabando desde Egipto, así como galerías subterráneas usadas por comandos para infiltrarse tras las líneas israelíes o lanzar cohetes.
Un combatiente palestino murió por las heridas que le provocó otro ataque israelí en un campo de entrenamiento de las brigadas de Azzedin al-Qassam en Rafah.
El ejército israelí, sin embargo, dijo que sus aviones apuntaron a "objetivos terroristas y escondites de proyectiles" en la Franja, pero que no atacaron el área de Rafah en el sur de Gaza, donde murieron los combatientes de Hamas. Según el vocero del ejército, el coronel Peter Lerner, los militantes fueron víctimas de explosivos en un túnel de contrabando, que Israel había bombardeado hacía varios días.
Lerner dijo que los cohetes que Hamas dispara de Gaza a Israel llevan a que "ahora el ejército israelí comience a evaluar los preparativos para una escalada". El militar dijo que se había llamado a cientos de reservistas y que se preparaba la movilización de unos 1500 soldados hacia la frontera con Gaza.
Mientras su coalición de gobierno se tambaleaba ante las profundas divisiones en su gabinete, Netanyahu se comprometió a "hacer lo necesario para recuperar la paz y la seguridad" en el sur de Israel, pero instó a sus ministros a abstenerse de realizar declaraciones incendiarias para evitar una confrontación generalizada.
"La experiencia nos ha demostrado que, en momentos como éste, debemos actuar de forma responsable y con la cabeza fría para abstenernos de realizar declaraciones duras e impetuosas", dijo Netanyahu a sus ministros, algunos de ellos enfrentados al premier.
Entre los que rechazan la línea moderada se encuentra el canciller, Avigdor Lieberman, un halcón ultranacionalista, que ayer anunció que rompía su alianza con el Partido Likud, del primer ministro, aunque sin abandonar el gobierno.
"Las diferencias entre el primer ministro y yo se han vuelto últimamente sustanciales y fundamentales", dijo Lieberman en una conferencia de prensa. Destacar su pelea con Netanyahu podría ser un intento de Lieberman por posicionarse más a la derecha del líder conservador y recuperar votantes que se han ido hacia el partido ultranacionalista Hogar Judío, de Naftali Bennett, otro de los ministros de Netanyahu que exigen acciones contundentes contra Hamas.
En ese contexto, tres de los seis extremistas judíos detenidos por el homicidio de un adolescente palestino confesaron haber quemado vivo a Mohammed Abu Khadeir, el crimen que desató violentos enfrentamientos entre palestinos y policías israelíes en los últimos días.
El presidente de Israel, Shimon Peres, que en pocos días abandonará el cargo, expresó ayer al padre de Mohammed su "vergüenza" y "dolor" por el crimen.
"Estoy lleno de vergüenza por mí y por mi nación", destacó Peres en un diálogo con el padre del adolescente. "Su hijo fue asesinado por criminales", le dijo Peres, que el mes pasado, junto con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, y el papa Francisco, participó de un encuentro de oración en el Vaticano.