Una aeronave de Estados Unidos que partió hace dos años en una misión secreta al espacio regresó a la Tierra.
Una aeronave de Estados Unidos que partió hace dos años en una misión secreta al espacio regresó este viernes a la Tierra.
La nave, una especie de miniatura de trasbordador espacial conocida como Orbital Test Vehicle o X-37B, pasó 674 días en órbita antes de aterrizar en California.
Finalmente tocó tierra en la mañana del viernes en la Base de la Fuerza Aérea de Vandenberg.
El objetivo de la misión no está claro, pero la teoría que señala que estaba echando un vistazo al laboratorio espacial chino ha sido desmontada por los expertos.
Lo único que le ha dicho la fuerza aérea estadounidense a la prensa es que la aeronave lleva a cabo "operaciones de reducción de riesgos, experimentos y desarrollo de conceptos de operaciones para la reutilización de tecnologías de vehículos espaciales".
Pero la realidad, apunta el corresponsal científico de la BBC Jonathan Amos, es que nadie sabe realmente qué hacía este vehículo espacial ahí arriba.
"La única versión creíble"
"La única explicación creíble que he oído es que está haciendo pruebas con tecnologías que podrían emplearse en misiones satelitales en el futuro", apunta Amos.
Nadie sabe a ciencia cierta qué hacía este avión espacial.
Y teniendo en cuenta lo caras que son las misiones satelitales -pueden costar varios millones de dólares- hay que asegurarse que cualquier innovación funciona fuera de un laboratorio.
Así, mandando al espacio prototipos en la X-37B, se pueden probar estas tecnologías, de forma que cuando se embarcan en misiones satélites futuras, te aseguras que funcionan.
"La NASA acordó recientemente dejar el espacio de trabajo que se había usado oficialmente para mantener a los trasbordadores en el Centro Espacial Kennedy en Florida al programa X-37B, lo que nos dice que es un proyecto de largo plazo para la Fuerza Aérea", indica el corresponsal.
Por ello, sea lo que sea que estén haciendo con el avión espacial, debe ser muy importante.
Tercera misión
Se trata de la tercera misión del programa que empezó en 1999 y que ahora dirige el Departamento de Capacidades Rápidas de la Fuerza Aérea.
El avión utiliza paneles solares para mantener la energía en órbita.
El primer avión despegó en abril de 2010 y regresó tras ocho meses en órbita.
El segundo partió al espacio entre marzo de 2011 y estuvo 15 meses.
La nave actual, construida por Boeing, utiliza paneles solares para mantener la energía en órbita, mide 9 metros de largo y tiene una envergadura de más de 4,5 metros y un peso de 4.989 kilos.
Está previsto que una cuarta misión X-37B despegue de Cabo Cañaveral en Florida en 2015.
Europa prevé hacer pruebas con su propio avión espacial autónomo en las próximas semanas, según Jonathan Amos.
El vehículo IXV será lanzado al espacio en un cohete desde la Guayana Francesa e irá a parar al medio del océano cuando regrese a la atmósfera.
Pero el programa europeo que está a cargo de eso es civil, así que no habrá secreto militar.