Doscientas cincuenta localidades de Marruecos están aisladas por las nevadas o por las inundaciones causadas por lluvias torrenciales
Doscientas cincuenta localidades de Marruecos están aisladas por las nevadas o por las inundaciones causadas por lluvias torrenciales, según informó hoy el ministerio del Interior.
Las 250 localidades, cuya población no se precisa, van a ser aprovisionadas "en breve plazo" con alimentos de primera necesidad y víveres diversos, según las instrucciones impartidas hoy por el rey Mohamed VI.
Varias regiones del sur de Marruecos, particularmente las regiones al sur del Alto Atlas, en torno a las ciudades de Uarzazate, Guelmim y Tata, han sufrido en la última semana inundaciones de una magnitud desconocida en décadas, que han dejado cerca de 40 personas muertas por ahogamiento y miles de damnificados.
Las escuelas han cerrado en varias provincias, muchos diques de contención se han roto, hay numerosas carreteras cortadas por las crecidas de los ríos, que se han llevado por delante puentes y kilómetros de asfalto, y cientos de personas (incluidos algunos turistas) han sido evacuadas en helicóptero o por carreteras alternativas hasta lugares más seguros.
En gran parte de Marruecos, los ríos (llamados "ueds") son lechos secos que solo traen agua en la época de lluvias, y no son capaces de absorber las crecidas impetuosas causadas por las lluvias torrenciales, por lo que se desbordan con cierta facilidad, aunque nunca con la gravedad de lo sucedido este otoño.
El ministro del Interior Mohamed Hasad se desplazó hoy hasta las zonas siniestradas para coordinar las operaciones de salvamento y evacuación, mientras que el ministerio de Sanidad envió 300 ambulancias y 500 médicos de refuerzo a estas regiones.
La agencia oficial de noticias MAP ofreció hace tres días la cifra de 36 muertos, pero desde entonces otros medios privados han asegurado que hay al menos seis personas más que han perdido la vida en varias provincias del país.