Mira en Fotos como despidieron a “Chespirito” en el Estadio Azteca de México
Palomas blancas sobrevolaron hoy el Estadio Azteca de Ciudad de México para despedir al comediante Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, en un sentido homenaje en que se le dijo hasta siempre y gracias por crear inmortales personajes como el Chavo del 8 y el Chapulín colorado.
Decenas de pequeños chavitos del 8, chapulines colorados y la esposa del actor, Florinda Meza, fueron los encargados de liberar de cajas blancas a las palomas, que dieron vueltas por todo el Coloso de Santa Úrsula, como se conoce al estadio, tras una ceremonia religiosa.
"Se ve, se siente, el Chavo está presente", le gritaron los admiradores al comediante, fallecido a los 85 años el viernes pasado en el balneario de Cancún, donde pasó sus últimos años de vida aquejado por deficiencias respiratorias y de la presión.
Mariachis, cánticos de sus seguidores, flores blancas y aplausos también fueron una constante a lo largo del homenaje, en que los asistentes no llenaron ni la mitad del Estadio Azteca, con capacidad para 100.000 personas.
"Ay, ay, ay, ay canta y no llores, porque cantando se alegran, cielito lindo, los corazones", entonaron los seguidores del actor.
Los pequeños que personificaron a los emblemáticos personajes de Chespirito también le cantaron una canción inédita en la que le llamaron "genio, maestro y amigo".
Y es que, "sin querer queriendo", Chespirito les sacó más de una lágrima a sus seguidores en el homenaje en el Azteca.
"Sentí bien feo, mucha tristeza cuando se murió", dijo a Efe entre lágrimas la abuela Natalia Isidra, quien fue una de las miles de mexicanas que fueron a despedir al comediante.
Vestida con una capa roja y un gorro alusivo al Chapulín, la mujer dijo que acudió a la cita a dejarle su cariño y flores a Gómez Bolaños, como lo pidió la convocatoria de la cadena Televisa.
"Vinimos tres generaciones; yo, mi hija y mi nieto, porque todos crecimos viendo sus programas", contó la abuela.
En la ceremonia de despedida no importó nacionalidad, etnia, edad ni condición social. Todos se unieron en torno a un mismo propósito, decir "gracias por siempre" a Chespirito, diminutivo castellanizado de Shakespeare con el que bautizó el director de cine Agustín Delgado a Gómez Bolaños.
"Para mí Chespitito ha sido un personaje muy exclusivo, especialmente para mis hijos. Desde muy pequeña para mí todos sus programas me encantaban y como ando de turismo por acá quise quedarme para despedirlo", contó la colombiana Doris Charry.
La comunidad venezolana residente en México también estuvo presente en la despedida al padre de personajes como la Chilindrina, el Profesor Jirafales, el Chómpiras, Jaimito el Cartero y el Doctor Chapatín.
"Asistí al homenaje porque desde niña viéndolo y que tus hijos aún vean el Chavo es como una cadena que no se rompe y no se romperá nunca porque va a quedar presente para toda la vida", afirmó la venezolana Alesbeth Reyes, quien llegó al Azteca con su hija vestida del personaje Popis, de el Chavo del 8.
"Qué bonita vecindad, es la vecindad del Chavo. No valdrá medio centavo, pero es linda de verdad", se cantó en la despedida, en la que también se vieron ondear algunas banderas de Brasil y Chile.
El Estadio Azteca fue el escenario elegido para dar el último adiós al más célebre aficionado del club local América, que vistió de gala su casa para homenajear al creador de "El Chanfle", película en la que Chespirito dejó plasmada su pasión por el equipo y el fútbol.
La cancha de las Águilas del América recibió poco después de las 14.00 hora local (20.00 GMT) el féretro con el cuerpo de Chespirito proveniente de las instalaciones de Televisa en el barrio San Ángel, donde este sábado su casa laboral le hizo un homenaje privado.
El barril y las efigies del Chavo y el Chapulín acompañaron a Chespirito en el cortejo fúnebre, en el que el ataúd fue exhibido a lo largo del recorrido en una urna de cristal.
Detrás del coche fúnebre especial iban camionetas blancas en las que se trasladaron familiares de Gómez Bolaños, entre ellos sus seis hijos y Florinda Meza, quien personificó a Doña Florinda en El Chavo del 8 y a La Chimoltrufia en el programa Los Caquitos.
Meza se vio enfadada en la ceremonia en el Azteca porque no se le dejó caminar con libertad cuando fue a liberar una paloma.
Al inicio de la despedida la esposa del comediante fue la primera en poner flores blancas en la cancha.
El cuerpo de Chespirito fue despedido en el Azteca con una vuelta olímpica al estadio.
Aunque ha desaparecido su persona, Gómez Bolaños vivirá siempre en la memoria de sus seguidores con programas como El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado, que siguen vigentes en la televisión latinoamericana tras más de cuatro décadas de creados.s.