JOSE MUJICA:Ciudadanos ajenos al ámbito político hicieron un llamado popular en las redes sociales para que el último acto como presidente de Uruguay de José Mujica, “el Pepe”
Montevideo,Uruguay 7 de enero EFE.- Varios ciudadanos “de a pie”, ajenos al ámbito político, hicieron un llamamiento popular en las redes sociales para que el último acto como presidente de Uruguay de José Mujica, “el Pepe”, el próximo 28 de febrero, se convierta en una multitudinaria despedida a modo de homenaje a su figura y gestión.
Por el momento, casi 5.000 personas aseguran en el evento, publicado en la plataforma Facebook, que asistirán al simbólico acto de arriado de la bandera uruguaya, que la plaza Independencia de Montevideo acogerá un día antes de que Tabaré Vázquez se convierta en sucesor de Mujica en la jefatura del Estado.
“Acompañemos al presidente en el momento en el que se realiza el arriado del Pabellón Nacional. Concurramos con banderas de Uruguay a la plaza Independencia ese día al atardecer”, espeta el llamamiento.
En el acto, al que acuden multitud de representantes institucionales, se arría la bandera uruguaya que ondeó en la sede de la Presidencia bajo el mandato que va a finalizar y se le entrega simbólicamente al gobernante saliente por el batallón de la guardia presidencial.
Según dijo hoy a Efe Haydee García, una de los varios impulsores de dicha convocatoria a presenciar la ceremonia, se trata de “retribuir, agradecer y reconocer a quien ha estado muy cerca de la gente”.
El popular y campechano Mujica, exguerrillero tupamaro que estuvo preso durante 14 años, antes y durante la dictadura militar del país (1973-1985), destacó en su mandato (2005-2010) por su estilo de vida austero, que adquirió fama internacional junto a sus mensajes contra el consumismo y varias leyes aprobadas, como la que autoriza el cultivo, la distribución y el comercio de la marihuana.
“Somos simples ciudadanos de a pie, no ocupamos cargos públicos ni políticos. Somos trabajadores, simples, con un perfil muy bajo y deseamos mantenerlo”, añadió la portavoz de una cita que parte de la idea de “que es bueno” que un presidente saliente se “vaya” tan acompañado como “cuando asumió”.
Y es que la llegada al poder de Mujica, el 1 de marzo de 2010, se convirtió en un caluroso saludo de miles de compatriotas que se agolparon en las calles de la capital uruguaya para avivar el paso del denominado “Pepemóvil” desde el Parlamento hasta la Presidencia, en la plaza Independencia, para recibir la banda presidencial del país.
Un día antes, el por entonces presidente saliente del país y ahora de nuevo entrante, Tabaré Vázquez, vio como unas 5.000 personas llegaban a la plaza montevideana y convertían la ceremonia de arriado de la bandera en un acto de homenaje a él mismo, que había sido el primer presidente de izquierdas en la historia del país.
“En 2010 se informó por la prensa que ese día estaba previsto que se produjera el evento y muchos en forma espontánea decidimos ir”, recordó García.
Sin embargo, hasta ahora nunca había existido una convocatoria popular como la que prevé “despedir” a Mujica, totalmente ajena a la organización gubernamental de los actos protocolarios de dicha jornada.
Fuentes de la Presidencia de la República explicaron que si bien el arriado del Pabellón Nacional es un “acto protocolar” que se hace desde hace años, había caído “en desuso” hasta el traspaso de Gobierno entre Jorge Batlle (2000-2005) y Vázquez, en 2005.
Para acoger a un aforo popular que se espera multitudinario por la “figura” que ha representado Mujica en sus años como gobernante, se instalará un vallado y los ciudadanos festejarán por fuera del acto, dijeron fuentes presidenciales.
Además, la convocatoria en Facebook invita a toda la ciudadanía a colaborar con el Plan Juntos, que ayuda a familias económicamente desprotegidas para la construcción de viviendas y que es un proyecto del presidente Mujica al que dona la mayor parte de su salario.
Con un “si están de acuerdo, marquen asistiré, compartan y difundan”, los organizadores de la cita internauta esperan despedir por todo lo alto al conocido en todo el mundo como el “presidente pobre” de Uruguay, que no pudo optar a la reelección en las urnas porque la Constitución prohíbe la reelección consecutiva.