Martin Dempsey jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas estadounidenses advirtió este domingo intensificar los bombardeos de la coalición internacional contra los yihadistas sería un error
El general Dempsey abogó por una “calma estratégica” en la lucha que la aviación aliada, encabezada por Estados Unidos, lanzó contra el grupo Estado Islámico en Irak y Siria.El jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas estadounidenses, Martin Dempsey, advirtió este domingo durante una visita al portaaviones francés Charles de Gaulle que intensificar los bombardeos de la coalición internacional contra los yihadistas sería un error.
“Lanzar una lluvia de bombas sobre Irak no es la solución”, afirmó Dempsey a bordo del buque del ejército francés, que participa en esta operación desde finales de febrero en aguas del Golfo.
Para el responsable estadounidense, un aumento de los bombardeos supondría un riesgo para la población civil, lo que podría alimentar la propaganda de los extremistas sunitas.
“Hay que tomar el tiempo” necesario para recabar las informaciones precisas sobre eventuales objetivos, añadió.
El militar estadounidense defendió también que la frecuencia de los ataques aéreos dependía de la capacidad del ejército iraquí en el terreno y de la voluntad de Bagdad para reconciliarse con la población árabe sunita, que desconfía de las fuerzas de seguridad.
A principios de su ofensiva en junio de 2014, el EI aprovechó el sentimiento de marginalización de esta población por los gobiernos iraquíes, en su mayoría chiitas, para hacerse con el control de extensos territorios al norte y al oeste de Irak, principalmente sunitas.
Tras el lanzamiento recientemente de la ofensiva para arrebatar Tikrit al EI, el primer ministro iraquí hizo un llamamiento a las fuerzas progubernamentales a priorizar la seguridad de los civiles.
El general Dempsey descartó además el envío de nuevos soldados a Irak, donde 2.600 militares estadounidenses ya entrenan y aconsejan a las fuerzas armadas iraquíes en el marco de la lucha antiyihadista.
Por otra parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, manifestó su indignación por el anuncio de la destrucción del sitio arqueológico de Hatra, en el norte de Irak, por los yihadistas.
“El secretario general lanza un llamado urgente a la comunidad internacional para poner rápidamente fin a esta actividad terrorista y oponerse al tráfico ilícito de objetos culturales, indicó su portavoz en un comunicado.