Al Shabab el grupo extremista islámico somalí amenazó el sábado con lanzar más ataques en Kenia como al atentado a la Universidad de Garissa que dejó 148 muertos
GARISSA, Kenia.-El grupo extremista islámico somalí Al Shabab amenazó el sábado con lanzar más ataques en Kenia, como al atentado a la Universidad de Garissa que dejó 148 muertos. Los extremistas dijeron que el ataque contra la universidad fue en represalia por la muerte de sus milicianos en Somalia a manos de tropas kenianas.
"las ciudades kenianas quedarán manchadas en sangre", advirtió Al Shabab, de acuerdo con el grupo SITE de monitoreo de inteligencia.
"Esta va a ser una guerra horripilante de la que ustedes, el público keniano, son las primeras víctimas", dijo la declaración, colocada en portales y cuentas vinculados con Al Shabab.
"Ninguna precaución ni medida de seguridad podrá garantizarles su seguridad, frustrar otro ataque ni prevenir otro baño de sangre", dijo la declaración.
Cinco personas han sido arrestadas bajo sospechas de estar involucradas en el ataque en Garissa, dijo un funcionario keniano.
Agencias de seguridad arrestaron a tres personas que trataban de cruzar hacia Somalia, dijo el portavoz del Ministerio del Interior Mwenda Njoka en un mensaje en Twitter.
Dijo que los tres son asociados de Mohamed Mohamud, conocido también como Dulyadin Gamadhere, ex maestro en una escuela islámica en Kenia que las autoridades dicen coordinó el ataque. Las autoridades kenianas ofrecieron una recompensa de 220.000 dólares por información que lleve al arresto de Gamadhere.
Otros dos sospechosos fueron arrestados en la universidad Garissa.
Una sobreviviente de la masacre en la universidad fue hallada el sábado, dos días después del ataque.
Cynthia Cheroitich, de 19 años, dijo a The Associated Press desde su cama en el hospital que se ocultó en un ropero y se cubrió con ropas, negándose a salir incluso después que sus compañeras de clase salieron ante demandas de los pistoleros de Al Shabab.
Fue rescatada poco después de las 10 am, de acuerdo con funcionarios kenianos.
Cheroitich dijo que no creía que los socorristas que la llamaban a salir de su escondite estaban allí para ayudarle, pues sospechaba que eran extremistas.
"¿Cómo sé que ustedes son policías kenianos?", dice que les preguntó.
Sólo cuando las fuerzas de seguridad trajeron a uno de sus maestros para que le hablara ella salió, dijo.
"Yo estaba orándole a mi Dios", dijo Cheroitich, que es cristiana.
Cheroitich se veía agitada y sedienta, pero aparte de eso en buen estado.
Dijo que bebió una loción corporal porque tenía mucha sed y estaba hambrienta.
Las autoridades mostraron los cadáveres de los presuntos atacantes ante unas 2.000 personas en un espacio abierto en el centro de Garissa. Los cadáveres yacían en la parte trasera de una camioneta que se desplazaba lentamente entre la muchedumbre. Soldados monitoreaban a la concurrencia. Gritos y nubes de polvo se alzaron cuando el vehículo salió del área.
Los cadáveres de muchos de los muertos en la masacre fueron transportados a la capital, Nairobi donde dolientes se congregaron para ver los restos de sus seres queridos.
---
Odula contribuyó desde Nairobi.
© 2015, La Prensa Asociada