Rafael Álvarez en Nueva York:Es un dominicano pionero en el mundo de los impuestos con la franquicia con ATAX
Por: Ana B. Nieto “Me sorprende que no me hayan copiado”, dice Rafael Álvarez con un cierto tono de lamento. “Llevo desde 2007 con un negocio basado en la franquicia y no ha habido otro latino que lo haga. Soy el primer dominicano que ha creado una cadena de franquicias en EEUU y me sorprende que no haya más, que no se vea el potencial de este negocio”.
Álvarez, de 50 años, es el presidente y fundador de ATAX, una empresa dedicada a la preparación de impuestos personales y societarios, contabilidad y gestión de nóminas para empresas “con un enfoque especial en los latinos”. Su entusiasmo con este modelo negocio se entiende cuando explica que comenzó con un negocio de preparación de taxes y multiservicios (venta de pasajes, fotocopias, envíos…) en Washington Heights “tratando de sobrevivir” y ahora tiene una cuarentena de franquiciados en estados como Nueva York, Nueva Jersey, Rhode Island, Florida y Georgia entre otros.
Álvarez llegó como adolescente a EEUU a principios de los ochenta y un día acompañó a su padre a un negocio para que le cumplimentaran sus taxes. Para su sorpresa, su padre dio los documentos al preparador y un par de semanas más tarde volvió para recoger unos formularios rellenados a mano. “Me preguntaba cómo era posible que esto no estuviera computarizado”, explica. “Es algo que alertó su curiosidad y me enteré que el IRS estaba a punto de lanzar su sistema de presentación electrónica, al ver que todo el mundo lo hacía a mano pensé que en el futuro se haría de forma computarizada y vi una oportunidad de negocio en ello”.
Este empresario, que estudió ciencias de la computación y contabilidad, rondaba los 20 años cuando encontró una compañía en California que tenía un programa de preparación de impuestos. “Lo compré y me hice con él las primeras 300 planillas”, dice tras explicar que se inició aprendiendo por su propia cuenta y luego tomó clases.
Ese fue el inicio de su negocio en el norte de Manhattan, una actividad que 15 años después, en 1996, “me di cuenta que no me iba a llevar muy lejos porque con el multiservicio me daba la sensación de que quería hacerlo todo y no iba a ser bueno en nada”. Álvarez decidió eliminar todos los servicios y concentrarse en los impuestos con la meta de convertirse en el líder del barrio para este servicio.
Para hacerlo contrató personal y con ellos trabajó sin descanso durante los cuatro meses de temporada fiscal, además de invertir fuertemente en mercadeo. Y funcionó. Su empresa creció hasta el punto de que en 2005 tuvo que buscar una nueva estrategia para seguir subiendo porque con la que tenía había llegado al límite de lo que podía hacer. ¿Sus opciones? Abrir sucursales, plantear una estructura multinivel o abrir franquicias. Descartó los dos primeras y un amigo de la universidad le investigó el negocio de la franquicia de impuestos. Había tres (H&R Block, Jackson Hewitt y Liberty Tax) y ninguna de ellas latinas o enfocado en el mercado latino. “Ahí había una oportunidad y me fui con ese concepto”, dice.
Para ello contrató a un equipo de abogados con experiencia (los que llevan a KFC), registró un nuevo nombre para la empresa, porque ya había varios Álvarez Tax en otros estados, y en 2008 ATAX empezó la temporada de impuestos con 10 franquiciados.
Qiere superar a H&R Block
Álvarez admite que ha tenido dificultades y no ha sido fácil desarrollar este modelo porque los latinos, que es el grupo étnico en el que está enfocado, no entienden bien el mundo de la franquicia. “Me he dado cuenta de que los latinos son emprendedores pero cuando se les presenta el concepto de franquicia lo que dicen es: “¿yo voy a trabajar para producir y dártelo a ti? Pero el franquiciador da gran parte del sistema, la manera en la que vas a producir el dinero, la formación, de hecho nosotros estamos constantemente entrenando a la gente”, explica. “Y si yo le pongo en el camino para generar un millón de dólares, ¿no es justo que yo me beneficie de ello?“.
Atax tiene ahora 60 personas trabajando en el negocio en temporada y entre 15 a 20 fuera de ella. Cada franquiciado tiene una media de cinco empleados.
Su idea es crecer en contabilidad y gestión de nóminas (son revendedores de ADP) y la empresa ya tienen unos 45,000 clientes corporativos. Con esta estrategia que quiere desarrollar para convertirse también en consultora quiere estabilizar con una mayor continuidad un negocio estacional si dependiera solo de los tributos.
Álvarez dice que en cuestión de crecimiento, el cielo es el límite. Su meta es “ayudar a nuestra gente latina para que obtengan la libertad financiera que quieren, tener un negocio y proveer para sus familias”. Y para ello, espera tener ente 300 y 500 oficinas en cinco años. Para este salto se ha rodeado de profesionales (su directivo de operaciones trabajó para Jackson Hewitt) que junto con su estrategia de negocio dice que conseguirá llegar donde está H&R Block en menos tiempo y con mayor rentabilidad.
“Estoy un 300% convencido de que llegaremos a ello”, dice con confianza.