La visita del papa Francisco a los Estados Unidos es un reto en términos de seguridad en especial en Nueva York
La visita del papa Francisco a los Estados Unidos es un reto en términos de seguridad en especial en Nueva York, donde el líder de la Iglesia católica tendrá varios multitudinarios eventos en público y participará en la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde estarán reunidos una gran parte delíderes del mundo.
Miles de agentes especiales, unidades contraterrorismo y policía local están preparándose para la llegada del papa Francisco, la cual genera retos en términos de seguridad y planeación.
"El Papa es una figura conocida a nivel mundial. Las autoridades locales están haciendo todo lo necesario para prepararse para su visita. Hay mucha gente en el país que quiere ver al Papa y él quiere verlos a ellos, el director del servicio secreto Josep Clancy y yo hemos invertido mucho tiempo con oficiales en el Vaticano para garantizar un viaje exitoso. Y estamos esperando la visita del Santo Padre", dijo Jeh Johnson, Secretario de Seguridad Nacional de EE.UU.
El servicio secreto, el FBI y el departamento de policía de Nueva York con sus 35.000 agentes saturarán la ciudad por aire, tierra y agua. Y desde hace meses están aprendiendo con el equipo de seguridad del Vaticano, ya que el Papa, amenudo rompe el protocolo, interactúa con la gente, en especial tras agregarse su visita al parque central donde miles más lo podrán ver".
"Él usara las Naciones Unidas como una oportunidad para hablarle al mundo en temas de gran importancia, como el clima y podría ser un foro para hablar de la persecución contra cristianos y otras minorías religiosas", explicó Kenneth Hackett, Embajador del Vaticano en EE.UU.
El papa es un objetivo militar de el grupo extremista Estado Islámico y aunque según las autoridades no existe ninguna amenaza real, la unidad antiterrorismo ha redoblado sus esfuerzos en áreas públicas y centros masivos de transporte.
"En los sistema de trenes, es un ambiente dinámico y complejo, donde hay muchos puntos de acceso, por lo tanto requiere aún más esfuerzos federales, estatales y locales, así como privados para mantenerlo seguros", señaló el Almirante Peter Neffenger, Administrador de TSA.
Una tarea que será puesta a prueba a finales de septiembre con la llegada del papa Francisco.