Un barco de guerra de la Armada de Estados Unidos navegó a solo 21 kilómetros de una las islas artificiales del Mar de la China Meridional, desafiando los reclamos soberanos chinos
La Marina de Guerra de Estados Unidos envía barco de guerra para desafiar los reclamos soberanos chinos por unas islas construidas artificialmente en aguas internacionales.
Un barco de guerra de la Armada de Estados Unidos navegó a solo 21 kilómetros de una las islas artificiales del Mar de la China Meridional, desafiando los reclamos soberanos chinos y desatando las protestas de Beijing.
El ministerio de Relaciones Exteriores chino dijo que el destructor USS Lassen fue monitoreado y advertido al acercarse a los límites territoriales alrededor del arrecife Subi en las islas Spratly.
La zona quedaba sumergida bajo el agua durante la marea alta antes de que China comenzara un enorme proyecto de dragado para convertirlas en islas en 2014.
Según un funcionario de Defensa de Estados Unidos, la misión del USS Lassen constituye el inicio de una serie de desafíos a los reclamos territoriales de China en una de las rutas marítimas más transitadas del mundo.
Las Filipinas, que es parte del diferendo marítimo, aplaudió la medida y dijo que podría ayudar a “mantener el balance de poder” en la región.
En la Casa Blanca, Josh Earnest, explicó "el principio político en juego", pero no confirmó las decisiones operacionales tomadas.
“Cuando el presidente Obama estuvo al lado de su colega chino Xi Jin Ping en la rosaleda de la Casa Blanca, manifestó que Estados Unidos operaría, volaría o navegaría en cualquier lugar que lo permita la ley internacional y eso ciertamente incluye la capacidad de nuestra Marina de Guerra de operar en aguas internacionales".
Earnest aclaró que "este es un principio de fundamental importancia, particularmente en el Mar de China Meridional, porque hay miles de millones de dólares en comercio que fluyen por esa región del mundo anualmente.”
El vocero presidencial agregó que garantizar el libre flujo del comercio y la libertad de navegación de esas naves son principios protegidos y tiene fundamental importancia para la economía global.
El ministerio de Exteriores chino dijo en su sitio en internet que “las acciones del barco de guerra estadounidense han amenazado la soberanía y los intereses de seguridad de China, ha puesto en peligro la seguridad del personal en las instalaciones en el arrecife y ha dañado la paz y la estabilidad regionales”.