Publicado El:Friday, February 12, 2016
Posteado Por MisterDj1
Religiones;El Papa y el Patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa se reúnen por primera vez en casi 1.000 años
Es el primer encuentro entre el Papa de Roma y el Patriarca de Moscú desde el cisma del año 1054.
Nada dura para siempre, ni siquiera la enemistad. Los más de mil años de rivalidad entre la Iglesia católica y la ortodoxa serán puestos a prueba este viernes con el encuentro en La Habana entre el líder católico y el patriarca de la iglesia rusa, la más grande e influyente de la Ortodoxia.
Por lo tanto, pocas veces el calificativo "histórico" estuvo tan justificado.
La reunión de dos horas en la neutralidad del aeropuerto de la capital de Cuba entre el papa Francisco y el patriarca Kiril es visto como un primer paso para la reconciliación entre las dos mayores iglesias en las que se divide el cristianismo.
BBC Mundo explica algunas claves de una división milenaria y de un posible entendimiento futuro.
¿Qué sucedió en el año 1054?
La fecha es simbólica. Es el punto final de una división que se venía gestando durante siglos. En 1054, el Papa de Roma y el Patriarca de Constantinopla se excomulgaron mutuamente y así comenzó lo que se conoce como el gran cisma del cristianismo, que aún pervive.
Pero las iglesias cristianas de Oriente y Occidente se habían ido separando desde hacía siglos, sobre todo culturalmente. En Occidente se hablaba latín, mientras que en el Oriente bizantino prevalecía la cultura helenística griega.
La cuestión, sin embargo, iba más allá de lo lingüístico y cultural. El enfrentamiento, además de en las diferencias rituales, se sustenta en cuestiones teológicas o doctrinarias como el concepto de purgatorio y la llamada "controversia trinitaria".
Mientras en Occidente se cree y se reza al Espíritu Santo, que de acuerdo con las corrientes teológicas más extendidas en la Iglesia occidental "procede del padre y del hijo", los ortodoxos prescinden de la figura del hijo.
Es el conflicto por lo que en latín se denomina "filioque" ("y del hijo").
"Esa única palabra ha generado concilios, guerras, malentendidos. Por ella nos hemos peleado un milenio", afirma a BBC Mundo Philip Goyret, vicerrector de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz de Roma.
Papa vs. patriarca
Pero el tema clave de esta relación es el modo distinto de entender la función de quién manda en la iglesia.
La función del Papa en la católica se entiende como máxima figura de autoridad.
La Iglesia ortodoxa, en cambio, está dividia en patriarcados entre los que existe una igualdad. Hay uno, el de Constantinopla, que actualmente ocupa Bartolomé, al que se considera "primero entre iguales".
Bartomolé tiene cierta preeminencia, pero no tiene jurisdicción sobre toda la Iglesia ortodoxa.
Además, su patriarcado, con sede en Estambul y con unos 10.000 fieles, no tiene el peso del de Moscú, que con Kiril al frente suma unos 120 de los 200 millones de creyentes ortodoxos. La católica, por su parte, reúne a unos 1.200 millones de fieles.
La iglesia ortodoxa rusa siempre ha estado muy vinculada con el poder, ya fuera con el emperador, con el zar o con el secretario general del Partido Comunista durante la era soviética.
Ahora, Kirill, patriarca desde 2009, mantiene una estrecha relación con el presidente ruso, Vladimir Putin. La oposición al Kremlin critica habitualmente la sintonía entre Iglesia y Estado.
Cuestión de poder
El cisma tuvo mucho que ver también con el poder. En el siglo XI, Europa se estaba evangelizando y comenzaron las luchas por ver a qué iglesia correspondía una determinada misión.
"Ha habido un conflicto de poderes", explica Goyret. Y de alguna manera persiste y es fuente de tensiones.
Con la llegada del comunismo y la creación del bloque soviético, la Iglesia católica en Ucrania y Rusia fue violentamente reprimida por el Estado, que entregó los templos católicos a la ortodoxa.
Cuando cayó el Muro de Berlín, los católicos recuperaron la libertad religiosa y surgió la tensión porque quisieron recuperar lo que fue suyo.
Los ortodoxos rusos no toleraron bien en los últimos años lo que consideran como intentos de expansión del catolicismo en Rusia. Que el papa Juan Pablo II creara diócesis católicas en el país generó inquietud en Moscú, que lo vio "como una invasión", cuenta Goyret.