La gente que hacía cola en la plaza Brión de Chacaito en Caracas, Venezuela, no estaba esperando conseguir uno de los productos básicos que escasean en la nación petrolera. El objetivo de estas personas era firmar en las planillas entregadas por el CNE (Consejo Nacional Electoral) para que la oposición comience el complicado proceso que iniciaría el referéndum revocatorio al presidente Nicolás Maduro.

Para activar el referéndum es necesario recolectar 195.721 firmas, es decir, el equivalente al 1 por ciento de los inscritos en el registro electoral.

No solo en Caracas hubo concentraciones masivas de ciudadanos ansiosos por firmar. A lo largo del territorio nacional se registraron largas colas en el llamado “firmazo” organizado en cuestión de horas después de que el CNE entregó las planillas.

La diputada de oposición Manuela Bolívar auguró a Deutsche Welle que en cuestión de horas se recaudarán las firmas necesarias y que el lunes -día hábil - se estarán entregando las planillas al Consejo Nacional Electoral.

Los plazos

El tema de los tiempos es algo que preocupa a la oposición ya que el gobierno ordenó declarar miércoles y jueves como días no laborables para empleados públicos con el propósito ahorrar energía eléctrica. Sin embargo, la oposición está convencida de que es una medida netamente política para así atrasar los tiempos de verificación de firmas.

Si se logra cumplir todos los requisitos a tiempo, el referéndum revocatorio del presidente Nicolás Maduro se activaría este mismo año y se realizarían nuevas elecciones. De lo contrario, el proceso se podría alargar hasta el 2017, lo que significa que de revocarse el mandato de Maduro, el vicepresidente, Aristóbulo Isturiz, quedaría como el jefe de Estado por los dos años restantes del período presidencial. Esto le daría más tiempo al chavismo de permanecer en el poder.

Detractores y partidarios

Para Víctor Vega (24), coordinador del partido Vente Venezuela, “el país no aguanta un día más con Nicolás Maduro como presidente”. Por eso apoyan el revocatorio pero continúan exigiendo al presidente que renuncie de una vez. El racionamiento de agua, electricidad y alimentos se han convertido en un problema difícil de atacar para el gobierno de Nicolás Maduro. Para quienes lo apoyan, como Pedro Rojas (53), “hay que tener paciencia con las medidas que está tomando el presidente Nicolás Maduro” ya que los problemas que se presentan en Venezuela son culpa de los efectos climáticos. Aseguró que “hasta que el río se seque”, él estará con Maduro.

Mientras en algunos puntos del país se realizaba el “firmazo”, en otros hubo disturbios, protestas e intentos de saqueo. Tanto en algunos lugares de Caracas como en ciudades y pueblos del interior del país se han desplegado operativos para mantener el orden público ante las protestas ciudadanas por la escasez de alimentos, la falta de agua y el racionamiento eléctrico.