El presidente estadounidense, Barack Obama, condenó los ataques contra policías y aseguró que el estado de derecho "tienen que parar"
El presidente estadounidense, Barack Obama, condenó los ataques contra policías y aseguró que el estado de derecho "tienen que parar".
Lo aseguró luego de otra agresión a tiros en Baton Rouge en la que tres agentes fueron asesinados y tres más resultaron heridos.
El mandatario dijo que se desconoce el motivo del ataque del domingo, el segundo dirigido contra policías en menos de dos semanas.
Afirmó que no existe justificación para acciones de violencia contra las fuerzas policiales.
Un segundo ataque ha aumentado el nerviosismo en el país mientras los estadounidenses observan con preocupación la ola de violencia interior y exterior.
El Presidente había dedicado la mayor parte de la semana pasada a apaciguar las tensiones y reconstruir la confianza entre los departamentos de policía y las comunidades a las que sirven.
"Estos ataques son obra de cobardes que no representan a nadie", afirmó Obama en un comunicado difundido por la Casa Blanca.
"No arreglan ninguna injusticia. No sirven al avance de ninguna causa".
El presidente telefoneó al gobernador de Louisiana, John Bel Edwards, y al alcalde de Baton Rouge, Kip Holden, para que le informaran de los aspectos más recientes de la investigación sobre los ataques y les ofreció el apoyo federal.