Hillary Clinton y Donald Trump primer debate entre los candidatos rompe records fue seguido por más de 80 millones de televidentes
Long Island Nueva York.-Los primeros datos de audiencia televisiva, que incluye 12 canales pero no de la pública PBS y de CSPAN, indican que el debate fue seguido por al menos 80,9 millones de personas, una cifra que subirá.
El primer debate entre los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, que enfrentó este lunes a la demócrata Hillary Clinton y al republicano Donald Trump, fue seguido por más de 80 millones de televidentes, según datos preliminares de la consultora Nielsen divulgados hoy.
Los datos tampoco computan a aquellos que siguieron el debate en abierto por internet, ya que el cara a cara fue difundido en Facebook, Twitter o Youtube, entre otros.
Las cuatro estaciones de televisión en abierto o “networks” (CBS, ABC, NBC y Fox) obtuvieron una audiencia combinada de 45,3 millones de televidentes, mientras que las hispanohablantes Univision y Telemundo consiguieron reunir a 2,2 y 1,8 millones de personas, respectivamente.
Las tres grandes cadenas de televisión por cable (Fox News, CNN y MSNBC) congregaron conjuntamente a 26,1 millones de personas, con el liderazgo de la conservadora Fox News (11,4 millones) y CNN (9,8 millones).
Estos niveles de audiencia, que serán mayores cuando se incluyan los otros medios de difusión, rompen el récord del debate de 1980 entre el entonces presidente estadounidense, Jimmy Carter, y el republicano Ronald Reagan.
Según datos históricos de Nielsen, aquel cara a cara reunió ante las pantallas de las tres grandes “networks” (ABC, CBS, NBC) a 80,6 millones de personas.
Además, el esperado primer debate de Clinton y Trump en la Universidad Hofstra de Long Island,Nueva York fulminó el dato de audiencia del cara a cara de 2012 entre el presidente Barack Obama y el republicano Mitt Romney, que vieron 37,2 millones de estadounidenses.
Los medios estadounidenses esperaban que unos 100 millones de personas siguieran el primer debate entre Clinton y Trump, situando a este evento político a la altura del mayor acontecimiento deportivo del país: la Super Bowl de fútbol americano.