Donald Trump firmó este martes cinco nuevas órdenes ejecutivas relacionadas con el oleoducto Keystone XL, el oleoducto de Dakota Access
El presidente Donald Trump firmó este martes cinco nuevas órdenes ejecutivas relacionadas con el oleoducto Keystone XL, el oleoducto de Dakota Access, su construcción y la aceleración de los procesos de aprobación.
“Vamos a renegociar algunos de los términos del acuerdo sobre el oleoducto Keystone”, dijo el presidente, “pero lo vamos a construir”.
“Vamos a poner muchos trabajadores acereros de regreso a trabajar como lo hacíamos en los viejos tiempos”, dijo Trump a los periodistas mientras firmaba las órdenes en la Casa Blanca.
Próxima semana anunciará nominado a la Corte Suprema de Justicia.
Entre las cinco órdenes, el mandatario firmó una que condiciona la construcción de oleoductos exclusivamente con tuberías de acero hechas en Estados Unidos, otra que reduce el “largo, complicado y horrible proceso” de su construcción y una más que ordena acelerar las revisiones medioambientales que a menudo retrasan las construcciones.
“Vamos a poner muchos trabajadores acereros de regreso a trabajar como lo hacíamos en los viejos tiempos”, dijo Trump a los periodistas mientras firmaba las órdenes en la Casa Blanca.
Trump también se quejó de que el proceso regulatorio en Estados Unidos “se ha vuelto en un enredado desorden que toma demasiado tiempo”.
La construcción del oleoducto Keystone fue vetada por el expresidente Barack Obama en noviembre 2015, porque pensó que no servía a los intereses nacionales de Estados Unidos y que había jugado un rol exagerado en el discurso político.
De igual manera, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos anunció la suspensión temporal de las obras del oleoducto Dakota Access tras semanas de protestas y enfrentamientos en Dakota del Norte, a la espera de realizar un estudio sobre el impacto medioambiental en la zona.
Corte Suprema
Pero la declaración más importante que hizo Trump fue la que la próxima semana anunciará su candidato para la Corte Suprema de Justicia, que llenará la vacante dejada por el fallecido juez Antonin Scalia.
El anuncio podría desatar una nueva e importante batalla en el Senado, donde necesita conseguir 60 votos. Los republicanos cuentan solo con 52 por lo que tendrán que conseguir apoyo demócrata para el o la que sea su nominado o nominada.