Rex Tillerson el secretario de Estado intentaría persuadir a los gobiernos Latinos sobre la posibilidad de un derrocamiento del presidente Nicolás Maduro
CARACAS,VENEZUELA - El ministro de Defensa de Venezuela, el general Vladimir Padrino López, calificó el viernes de “indignantes” e “infames” los comentarios del secretario de Estado estadounidense sobre la posibilidad de un derrocamiento del presidente Nicolás Maduro.
En una declaración desde la sede del Ministerio de Defensa y flanqueado por altos oficiales de las Fuerzas Armadas, agregó que el secretario de Estado, Rex Tillerson, intentaría persuadir a los gobiernos Latinoamericanos de intervenir en Venezuela durante un gira que realiza por México, Argentina, Perú, Colombia y Jamaica.
“Cuando usted invita a la fuerza armada a derrocar un gobierno, usted esta faltando respeto a una institución (...) Lo invito a rectificar”, añadió Padrino, quien ratificó además la lealtad de los uniformados al presidente Maduro.
Las “deplorables declaraciones” de Tillerson constituyen “un nefasto acto de injerencismo” por parte de Washington, condenó.
El jueves, antes de iniciar su gira por varios países de Latinoamérica, Tillerson planteó la posibilidad de que militares venezolanos decidan derrocar a Maduro, pero dijo que no sabe si realmente va a ocurrir.
Maduro y autoridades de su gobierno han sostenido que Estados Unidos está detrás de un plan para derrocarlo, aunque no han dado detalles ni pruebas específicas.
Padrino repitió el viernes la acusación de que las dificultades por las que atraviesa el país son producto de “una arremetida sin precedente que el gobierno norteamericano, junto con sus aliados, ejecutan contra Venezuela con el objeto de asfixiar la economía y generar caos”.
“Como puede usted señor Tillerson hablar de dictadura (...) cuando precisamente estamos abriendo los canales para elecciones populares”, añadió en referencia a los comicios anticipados aprobados por la Asamblea Nacional Constituyente.
Ese cuerpo plenipotenciario bajo control oficialista convocó a elecciones presidenciales anticipadas antes de que finalice el primer cuatrimestre del año. Aunque la autoridad electoral aún no ha dado la fecha de las votaciones, Maduro ya anunció su intención de buscar la reelección por otro mandato de seis años.
Tanto Estados Unidos como países latinoamericanos, entre ellos Colombia y Argentina, han anticipado que desconocerán los resultados de esas elecciones presidenciales anticipadas. El Departamento de Estado dijo esa votación “no será libre, ni justa” y que sólo “profundizará las tensiones” de Venezuela, en vez de resolverlas.
Militares de alto rango han respaldado consistentemente a Maduro, a quien sus críticos acusan de convertir a Venezuela en una dictadura y arruinar su economía, que sufre una inflación de cuatro dígitos, mayor al 2.000 por ciento, y escasez de alimentos y medicinas.
Sin embargo, el descontento entre los mandos bajos de las fuerzas armadas se ha evidenciado con algunos pronunciamientos.
La diplomacia entre Estados Unidos y Venezuela ha sido tirante desde 1999, cuando el fallecido Hugo Chávez asumió como presidente de la nación sudamericana. Si bien en el 2010 Caracas retiró a su embajador en Washington, nunca ha llegado a romper relaciones comerciales con el país del norte, que se mantiene como el principal mercado para su crudo.
Altos funcionarios del Gobierno de Maduro han sido sancionados tanto por Estados Unidos como por la Unión Europea.
Reporte de Vivian Sequera y Andreí