Publicado El:Monday, June 4, 2018
Posteado Por MisterDj1
Universidad de Harvard dijo que el número de decesos relacionados a la catástrofe podría estar entre los 793 y los 8,498 revelado la semana pasada
La Universidad de Harvard dijo que el número de decesos relacionados a la catástrofe podría estar entre los 793 y los 8,498; y que el cálculo revelado la semana pasada de 4,645 es el medio de este rango.
Con lágrimas y bajo un sofocante sol, Ileana Ortiz dejó unos tenis marrón y naranja, en memoria de su madre, Carmen, fallecida el 22 de septiembre de 2017, en Guayama. Eran las 11:40 de la mañana cuando las tenis, que marcaron el número 2,599 fueron colocadas junto a las impresionantes líneas de zapatos de todo tipo, colores y tamaños.
“Ella murió dos días después del huracán. Era paciente diabética y hubo unas complicaciones. La preocupación eran los medicamentos, como guardar la insulina por la falta de luz. Fuimos una tarde al hospital porque no se sentía bien y de ahí nunca salió. Al otro día durante la mañana falleció”, recordó la mujer, ataviada de negro, en compañía de sus dos hijos Eric Gabriel y Sebastián, de 19 y 14 años.
Ortiz narró que la morgue del hospital estaba llena “y la tuvieron esperando en una sala de operaciones porque no había donde ponerla”. Relató que después, el cuerpo de su progenitora tuvo que ser trasladado a una funeraria “de otro pueblo” porque las funerarias de Guayama estaban llenas.
“Tuvimos que cremarla y ese fue otro proceso”, compartió.
Dijo que no fue hasta después de Acción de Gracias que “pudimos hacerle algo, una misa”.
“Para mí esto es honrar su memoria en conjunto con otras familias que sufrieron una situación similar o tal vez peor. Se conocen de casos de personas que tuvieron que enterrar a sus familiares en sus patios porque no tenían alternativa”, dijo Eric Gabriel, su hijo mayor.
“No queremos demostrar que la cifra de muertos es grande por causar impacto, sino porque no se tomaron las medidas correctas para atender la situación y evitar que vuelva ocurrir una catástrofe de este nivel”, indicó el joven guayamés.
Poco antes, otro joven de Río Grande, Cristian González Marcano, había dejado dos pares de tenis, en memoria de su tío-abuelo y de su vecino apodado Miguelón, ambos residentes del barrio Palmer.