Hackers le dan knowkow a Facebook e Instagram y la aplicación de mensajería WhatsApp compañía estadounidense que dirige Mark Zuckerberg
Hackers le dan knowkow a Las redes sociales Facebook e Instagram y la aplicación de mensajería WhatsApp, todas ellas de la compañía estadounidense que dirige Mark Zuckerberg, volvieron a sufrir una caída masiva que afectó sobre todo a Europa y Estados Unidos. Es la segunda que registran en un mes.
Durante poco más de tres horas no se pudo, por ejemplo, mandar un mensaje por WhatsApp y tampoco se pudo acceder a las respectivas páginas web, que no se cargaban. Los primeros reportes de los usuarios, indicando que el servicio estaba siendo restablecido, se dieron pasadas las dos horas de la caída. En este momento, según La Vanguardia, las plataformas ya se pueden utilizar con normalidad.
En Europa, las denuncias de fallas sobresalieron en países como España, Reino Unido, Italia, Portugal, República Checa y Austria, mientras que en Asia también se registraron de forma masiva en Singapur y Emiratos Árabes.
En Estados Unidos, por su parte, también hubo problemas en varios puntos del país.
Facebook, Instagram y Whatsapp se encuentran caídos en varias partes del mundo
La web especializada Downdetector.com indicó que en las últimas horas el aumento de quejas por la falta de servicios fue del 2500%.
Esta caída rápidamente se convirtió en tendencia en Twitter, bajo los hashtags "whatsappdown" e "instagramdown".
Los problemas empezaron este domingo y, por el momento, se desconoce el origen del problema que afectó a WhatsApp, Facebook e Instagram.
No obstante, según reportan medios especializados, Instagram sufrió problemas de conexión y actualización de contenidos, mientras que Facebook, principalmente, a través de su aplicación web. Sus usuarios ni siquiera podían acceder ni introducir la contraseña.
La de este domingo es la segunda caída que sufren esas plataformas en el último mes. El pasado 14 de marzo se produjo una caída parcial de Facebook, que también afectó a Instagram y WhatsApp, y duró 22 horas, una de las más largas de la historia de la compañía estadounidense.