Lindsay Lohan posó para la versión alemana de la revista GQ, en una sesión que se llevó a cabo durante el Festival de Cannes.
Es un hecho que Lindsay Lohan perderá su libertad durante tres meses, de hecho, ella misma adelantó su aislamiento al ingresar a una clínica de rehabilitación esta semana.
Y aunque pareciera que su última imagen sería llorando tras conocer su sentencia o el acercamiento a su polémico manicure, una vez más, Lindsay dejo claro que es ella la que tiene la última palabra.
La actriz posó para la versión alemana de la revista GQ, en una sesión que se llevó a cabo durante el Festival de Cannes, cuya asistencia le ocasionó un problema más con la ley debido a que no pudo llegar a Los Ángeles para presentarse a una audiencia.
Paradójicamente, en la entrevista la polémica actriz se negó a hablar de sus problemas legales, pero sí de sus deseos de actuar y la manera en que la prensa le ha complicado las cosas.
“Cuando empecé a trabajar en la industria, quería llegar a lo más alto y las cosas parecían completamente distintas de lo que en realidad son”, señaló.
“Los medios crean una imagen en segundos, y pueden interpretar lo que ellos imaginan”, agregó.
Por orden judicial, Lindsay debe ingresar en prisión el 20 de julio para cumplir la pena de 90 días impuesta por faltar a clases de educación sobre consumo de alcohol, que formaban parte de su libertad condicional por cargos presentados en 2007 por conducir ebria.
Y aunque pareciera que su última imagen sería llorando tras conocer su sentencia o el acercamiento a su polémico manicure, una vez más, Lindsay dejo claro que es ella la que tiene la última palabra.
La actriz posó para la versión alemana de la revista GQ, en una sesión que se llevó a cabo durante el Festival de Cannes, cuya asistencia le ocasionó un problema más con la ley debido a que no pudo llegar a Los Ángeles para presentarse a una audiencia.
Paradójicamente, en la entrevista la polémica actriz se negó a hablar de sus problemas legales, pero sí de sus deseos de actuar y la manera en que la prensa le ha complicado las cosas.
“Cuando empecé a trabajar en la industria, quería llegar a lo más alto y las cosas parecían completamente distintas de lo que en realidad son”, señaló.
“Los medios crean una imagen en segundos, y pueden interpretar lo que ellos imaginan”, agregó.
Por orden judicial, Lindsay debe ingresar en prisión el 20 de julio para cumplir la pena de 90 días impuesta por faltar a clases de educación sobre consumo de alcohol, que formaban parte de su libertad condicional por cargos presentados en 2007 por conducir ebria.