Alex Rodríguez perdió este sábado su apelación ante un árbitro designado por las Grandes Ligas del béisbol profesional de Estados Unidos, lo que significa que no podrá jugar durante la temporada 2014 al haberse ratificado la sanción en su contra por dopaje.
Pese a que la pena original era una suspensión por 211 partidos, los 162 que finalmente recibió de castigo representa la sanción más dura contra un pelotero de las mayores en toda su historia. Contenido relacionado.
Con 38 años, el tercera base de los Yanquisde Nueva York podría estar virtualmente acabado como beisbolista.
Al menos profesionalmente, ya que su equipo aún le debe US$61 millones de su contrato hasta el 2017 si el jugador de origen dominicano decide regresar en 2015.
Por ahora, los Yanquisse están ahorrando US$25 millones por concepto de lo que tendrían que haberle pagado este año si no hubiese sido sancionado.
Edad y lesiones.
El pelotero apenas jugó 44 partidos en 2013 tras regresar de una lesión en la cadera de la que no parece 100% recuperado tras una segunda operación a la que fue sometido en esa zona a principios del año pasado.
Esto, unido a su edad, el notorio descenso de su rendimiento y la presión que ha recibido por el escándalo de dopaje -la segunda vez que algo así ocurre en su carrera- son elementos que juegan en su contra, pese a que ha señalado que seguirá peleando en tribunales la sanción ratificada este sábado por el árbitro.
Sin embargo, ningún juez ha disputado hasta ahora arbitrajes laborales entre el sindicato de peloteros y las Grandes Ligas, por lo que es muy poco probable que Rodríguez tenga algún éxito.
En todo caso A-Rod dijo que seguirá dando la pelea en el terreno. Según cita este sábado el canal deportivo ESPN, el tercera base indicó que tiene pensado presentarse a los entrenamientos primaverales de los Yanquis.
A-Rod fue el único jugador -de más de una decena involucrados en el escándalo de la clínica Biogénesis- que no aceptó que se dopó, a pesar de las pruebas que salieron a la luz a raíz de un comprometedor reportaje del semanario New Times de la ciudad de Miami.
Y es ese hecho el que ha contribuido a hundir más la imagen de quien es considerado uno de los mejores jugadores de las Grandes Ligas en la última década.
Cualquier logro del béisbol profesional de Estados Unidos y de los Yanquis de Nueva York ha estado ligado a la figura de este pelotero.
Pero su evidente pérdida de velocidad en el plato, fundamental para batear jonrones, es uno de los aspectos que hacen cuesta arriba su regreso a los estadios.
Rodríguez apenas jugó 44 partidos en 2013.
Su personalidad, llena de seguridad y arrogancia en el buen sentido, hacen difícil pensar que Rodríguez regresará en 2015 sólo para seguir cumpliendo su contrato y hacer efectivos los US$61 millones que los Yanquis aún le deben.
Una de las opciones que tiene es retirarse antes del 2015, con lo cual podría hacer efectivo parte del dinero, o, como algunos citan, cambiarse de equipo, aunque es muy poco probable que algún otro conjunto quiera asumir el ocaso del pelotero.
Lo que luce más probable es que los Yanquis negocien monetariamente su salida.
El único incentivo que podría mantener a Rodríguez dentro del terreno -pese a su evidente declive como atleta- es el hecho de que está muy cerca de llegar a una histórica marca: superar a Willie Mays en cuadrangulares de por vida con 661, lo que lo pondría en la cuarta posición de los mejores jonroneros de la historia.
Pero con tanta publicidad negativa y la mala imagen ganada, no parecen haber muchos fanáticos del béisbol que estén ansiosos de ver llegar ese momento.