¿Quién fue Olga Guillot?...Quería que la recordaran como "Una señora muy romántica"
Nueva York,N.Y.-Nacida el 9 de octubre de 1923 en Santiago de Cuba, Guillot fue la primera en grabar canciones que hoy son clásicos, como ``Tú me acostumbraste'' y ``Sabor a mí''.
Obtuvo 14 discos de oro y 10 de platino en una época en que ``había que ganárselos de verdad'', dijo en una entrevista con la AP en noviembre del 2007, subiendo el tono de su voz y pronunciando con énfasis las (R)erres.
Su voz ronca y gutural, sus gestos abriendo exageradamente los ojos y frunciendo la boca, el uso de sus manos al cantar y su presencia sobre el escenario fueron inconfundibles y muy pronto en su carrera se consagró como la Reina del Bolero.
``Yo soy muy visceral, muy emocional, muy temperamental, que es lo que es Olga Guillot y eso es lo que me hace sentir que vibro con lo que yo hago. Me gusta lo que yo hago. Yo vivo enamorada de lo que yo hago y le doy todo los días las gracias al Señor porque me dio una voz para que yo sea feliz y hacer feliz a mucha gente'', dijo en la misma entrevista, días antes de recibir el Premio a la Excelencia Musical de la Academia Latina de la Grabación.
La fama fue su objetivo desde que tuvo uso de memoria y la alcanzó a través de la música, su pasión más grande. Desde los 13 años, cuando ganó junto con su hermana el segundo lugar en un concurso de canto en La Habana, el aplauso se convirtió en su ``droga''.
A los 20, cuando todavía se consideraba ``una niña'', tuvo la oportunidad de cantar con la gran Edith Piaf en Cannes, pero a su regreso a Cuba nadie le creyó. ``Hasta se rieron de mí'', recordó.
Sin embargo, dos años más tarde la diva francesa visitó un escenario de La Habana y, en medio del espectáculo, interrumpió su presentación y la saludó. Fue entonces que todos reconocieron cuán lejos había llegado a tan corta edad, según ella misma relató con los ojos llenos de orgullo.
De la Piaf aprendió que no debía usar muchas prendas porque ``la única joya que tiene que haber en el escenario eres tú''.
En 1961 abandonó su país, dos años después de la revolución cubana que llevó al poder a Fidel Castro. Vivió unos meses en Venezuela antes de instalarse con su hija Olga María en México, donde pasó una buena parte de su vida.
``Cuba es mi esposo y mi amante adorado es México'', le gustaba decir a modo de metáfora.
Roig recordó que la legendaria cantante asistió en marzo a una marcha en Miami encabezada por Gloria Estefan en apoyo de las Damas de Blanco y que en su recorrido muchas personas caminaron junto a ella con pancartas que decían su nombre.
``!Cómo me quiere la gente de Miami!'', habría dicho Guillot, según Roig. ``Ella estaba feliz de ver cómo le respondían''.
Guillot culpó de su salida de Cuba a una ``ideología extranjera'' con la que nunca estuvo de acuerdo.
``La Temperamental'', como también se le conocía, no pudo cumplir su sueño de volver a su patria y cantar frente a una generación que no le conocía. Sin embargo, llegó a decir que sólo regresaría a Cuba cuando terminara la dinastía de los hermanos Castro.
Ya fuera de la isla, en 1964, convenció a los directivos del Carnegie Hall de que tenía lo necesario para llenar el escenario. Y fue toda una revolución.
``Estaba Tony Bennett, un grupo grande de artistas ... Las acomodadoras cuando vieron todo eso decían 'Who is she?' (¿Quién es ella?), porque nunca habían visto tantas personalidades en el teatro'', recordó en la entrevista del 2007.
Y aunque muchas veces le ofrecieron cantar en inglés para que incursionara en el mercado anglo, siempre se negó: ``Es que yo pienso y siento en español''.
Además de cantar, Guillot participó en más de 20 películas, casi siempre como ella misma.
Sólo dos veces encarnó a un personaje ficticio y sin la ayuda de los directores no lo hubiera hecho bien, llegó a confesar.
En su larga trayectoria, ``La Guillot'' dijo que no se arrepentía de ``absolutamente nada'' pero que en su corazón sí cargaba con un dolor.
Durante sus últimos años se mantuvo ocupada con una autobiografía.
``El día que yo no esté me gustará que se recuerde a Olga Guillot como una señora muy romántica, muy apasionada y que hizo sentir a mucha gente mucho amor muy bonito'', fueron sus deseos al ser cuestionada sobre como quería ser recordada.
Obtuvo 14 discos de oro y 10 de platino en una época en que ``había que ganárselos de verdad'', dijo en una entrevista con la AP en noviembre del 2007, subiendo el tono de su voz y pronunciando con énfasis las (R)erres.
Su voz ronca y gutural, sus gestos abriendo exageradamente los ojos y frunciendo la boca, el uso de sus manos al cantar y su presencia sobre el escenario fueron inconfundibles y muy pronto en su carrera se consagró como la Reina del Bolero.
``Yo soy muy visceral, muy emocional, muy temperamental, que es lo que es Olga Guillot y eso es lo que me hace sentir que vibro con lo que yo hago. Me gusta lo que yo hago. Yo vivo enamorada de lo que yo hago y le doy todo los días las gracias al Señor porque me dio una voz para que yo sea feliz y hacer feliz a mucha gente'', dijo en la misma entrevista, días antes de recibir el Premio a la Excelencia Musical de la Academia Latina de la Grabación.
La fama fue su objetivo desde que tuvo uso de memoria y la alcanzó a través de la música, su pasión más grande. Desde los 13 años, cuando ganó junto con su hermana el segundo lugar en un concurso de canto en La Habana, el aplauso se convirtió en su ``droga''.
A los 20, cuando todavía se consideraba ``una niña'', tuvo la oportunidad de cantar con la gran Edith Piaf en Cannes, pero a su regreso a Cuba nadie le creyó. ``Hasta se rieron de mí'', recordó.
Sin embargo, dos años más tarde la diva francesa visitó un escenario de La Habana y, en medio del espectáculo, interrumpió su presentación y la saludó. Fue entonces que todos reconocieron cuán lejos había llegado a tan corta edad, según ella misma relató con los ojos llenos de orgullo.
De la Piaf aprendió que no debía usar muchas prendas porque ``la única joya que tiene que haber en el escenario eres tú''.
En 1961 abandonó su país, dos años después de la revolución cubana que llevó al poder a Fidel Castro. Vivió unos meses en Venezuela antes de instalarse con su hija Olga María en México, donde pasó una buena parte de su vida.
``Cuba es mi esposo y mi amante adorado es México'', le gustaba decir a modo de metáfora.
Roig recordó que la legendaria cantante asistió en marzo a una marcha en Miami encabezada por Gloria Estefan en apoyo de las Damas de Blanco y que en su recorrido muchas personas caminaron junto a ella con pancartas que decían su nombre.
``!Cómo me quiere la gente de Miami!'', habría dicho Guillot, según Roig. ``Ella estaba feliz de ver cómo le respondían''.
Guillot culpó de su salida de Cuba a una ``ideología extranjera'' con la que nunca estuvo de acuerdo.
``La Temperamental'', como también se le conocía, no pudo cumplir su sueño de volver a su patria y cantar frente a una generación que no le conocía. Sin embargo, llegó a decir que sólo regresaría a Cuba cuando terminara la dinastía de los hermanos Castro.
Ya fuera de la isla, en 1964, convenció a los directivos del Carnegie Hall de que tenía lo necesario para llenar el escenario. Y fue toda una revolución.
``Estaba Tony Bennett, un grupo grande de artistas ... Las acomodadoras cuando vieron todo eso decían 'Who is she?' (¿Quién es ella?), porque nunca habían visto tantas personalidades en el teatro'', recordó en la entrevista del 2007.
Y aunque muchas veces le ofrecieron cantar en inglés para que incursionara en el mercado anglo, siempre se negó: ``Es que yo pienso y siento en español''.
Además de cantar, Guillot participó en más de 20 películas, casi siempre como ella misma.
Sólo dos veces encarnó a un personaje ficticio y sin la ayuda de los directores no lo hubiera hecho bien, llegó a confesar.
En su larga trayectoria, ``La Guillot'' dijo que no se arrepentía de ``absolutamente nada'' pero que en su corazón sí cargaba con un dolor.
Durante sus últimos años se mantuvo ocupada con una autobiografía.
``El día que yo no esté me gustará que se recuerde a Olga Guillot como una señora muy romántica, muy apasionada y que hizo sentir a mucha gente mucho amor muy bonito'', fueron sus deseos al ser cuestionada sobre como quería ser recordada.