Investigadores estadounidenses descubrieron una técnica que permite hacer crecer hasta seis veces más cabello que los métodos actuales
Investigadores estadounidenses descubrieron una técnica de injerto capilar experimental sobre ratones que permite hacer crecer hasta seis veces más cabello que los métodos actuales, según un estudio publicado el jueves.
Al injertar por ejemplo 200 cabellos en un tramo y con una densidad particular, los científicos fueron capaces de regenerar hasta 1.200 cabellos, explicaron en su trabajo publicado en la revista estadounidense Cell.
“Estos trabajos abren la vía a un potencial nuevo enfoque para tratar la calvicie“, consideró Cheng-Ming Chuong, un dermatólogo de la facultad de medicina Keck de la Universidad del Sur de California y principal autor del estudio.
Cheng explicó que una lesión que afecte al folículo piloso (la cavidad donde crece el pelo) afecta también su entorno inmediato, lo cual a la vez puede tener efecto en la regeneración capilar.
A partir de esta observación, los investigadores pensaron en actuar sobre entorno de los cabellos para activar un número mayor de folículos.
Para verificar esta hipótesis, Cheng y su equipo implantaron 200 folículos pilosos, uno por uno, en diferentes configuraciones, sobre espaldas de ratones.
Cuando estos pelos fueron implantados con una densidad baja en un radio superior a seis milímetros entre ellos, no hubo ninguna regeneración. Pero cuando fueron implantados con un espacio de tres a cinco milímetros entre ellos, los folículos permitieron regenerar de 450 a 1.300 pelos, algunos de los cuales fuera del área de implante.
Al injertar por ejemplo 200 cabellos en un tramo y con una densidad particular, los científicos fueron capaces de regenerar hasta 1.200 cabellos, explicaron en su trabajo publicado en la revista estadounidense Cell.
“Estos trabajos abren la vía a un potencial nuevo enfoque para tratar la calvicie“, consideró Cheng-Ming Chuong, un dermatólogo de la facultad de medicina Keck de la Universidad del Sur de California y principal autor del estudio.
Cheng explicó que una lesión que afecte al folículo piloso (la cavidad donde crece el pelo) afecta también su entorno inmediato, lo cual a la vez puede tener efecto en la regeneración capilar.
A partir de esta observación, los investigadores pensaron en actuar sobre entorno de los cabellos para activar un número mayor de folículos.
Para verificar esta hipótesis, Cheng y su equipo implantaron 200 folículos pilosos, uno por uno, en diferentes configuraciones, sobre espaldas de ratones.
Cuando estos pelos fueron implantados con una densidad baja en un radio superior a seis milímetros entre ellos, no hubo ninguna regeneración. Pero cuando fueron implantados con un espacio de tres a cinco milímetros entre ellos, los folículos permitieron regenerar de 450 a 1.300 pelos, algunos de los cuales fuera del área de implante.